El Síndrome del Apetito Caprichoso (SAC), aparece a partir de los quince años, aunque es más marcado entre los veinte y los veintitrés años. Se trata del clásico: “Mi hijo no coge nada” que causa malestar y confrontación familiar a la hora en que comentan que a esa edad los padres ya habían sembrado en varios campos.
Lamentablemente, en este tema existe siempre un saboteador que puede ser la mucama, la secretaria de papa o la hermana de Gustavo. El saboteador es esa persona que le da lo que a él le gusta, pero si ésta no existiera, el pene no se saldría con la suya. Entonces, solo cogen porque se lo dan.
Los hijos saben hasta donde pueden jalar la cuerda y llegan al chantaje, lamentablemente el padre entra a ese juego y ellos mismos lo condicionan: “Si te la coges a la hija del Obispo Lugo te compro el Suzuki verde”
Para poder cambiar esta situación se recomienda que en primer lugar los padres no sientan culpa. Segundo: se debe llegar a un consenso familiar, que no se permitan más ayudadores, tampoco se debe doblegar a nadie, porque el plan se echará a perder.
El joven que tiene SAC comenzará con el usual berrinche, pero se le debe hablar claramente y pedirle que se levante de la mesa y vaya a jugar a su cuarto. Él pensará que salió una vez más con la suya. Lo importante, en esta etapa y de ahora en adelante, es que no se le debe permitir que logre acercarse al platillo indeseado.
Con seguridad que si él no ha recibido nada, después de un rato solicitará permiso para salir y posiblemente dinero, dele pero apenas para que alcance para comprar dos coca-cola. Porque si usted le da bastante dinero el terminará en un lugar indeterminado.
Para tener éxito en la creación de buenos hábitos, esta rutina se debe repetir por varios días, o las veces que sea necesario hasta que el comprenda que si quiere coger tiene que buscarlo fuera del hogar.
El hijo comenzará a darse cuenta de que los padres no están enojados con él y que la situación no es tan traumática como solía ser. Tendrá que comer fuera de casa y ya no a la carta. Una vez logrado esto, el hijo comprenderá que también podrá de vez en cuando comer la famosa comida chatarra, pero como una excepción y no como parte de la alimentación diaria.
Recuerde que estas medidas crearán hábitos apropiados y no se correrán riesgos en el futuro de tener hijos con sobrepeso, anemia o con otro tipo de desordenes alimenticios.
Tienes un sentido del humor irónico y mordaz, que tengas un fin de semana feliz. Me hiciste reir con tu comentario en mi Blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
Eres un cachondo rematado. :)
ResponderEliminarTienes unos temitas que ole.
Besos.
Si, irónica la forma, pero con una gran capacidad creadora debo admitir, jajajaja. Un fuerte abrazo y gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarHe leído una variedad de formas para crear hábitos pero la pauta que tú das en única, aunque considerando que hablo del autor no es novedad: D, cada vez que puedo te leo aunque no siempre deje comentario, lo que sucede es que el tiempo es escaso,
ResponderEliminarY además debo aclarar que nunca sigo aun blog sin antes haberle leído por completo, contigo he roto mis reglas, “solo esta vez”, es que tu eres distinto, no se que comentarios dejas en otros blogs, pero los que dejas en el mío, me agradan.
Besitos que disfrutes tú fin de semana.
Déjame ver: "El síndrome del apetito caprichoso" Ésto del apetito caprichoso, me da para imaginarme mil cosas. Bueno es, crear buenos hábitos en nuestros hijos en todo sentido. Me gustan mucho tus planteamiento.
ResponderEliminarTe deseo un felizfinde.
Aída
Gran ironía creativa.
ResponderEliminarMi mente voló "ligeramente" un poco... pero no pienses mal.
saludos
Vaya que tus letras son únicas, me encanta leerte, saborear de pronto algo diferente, único, como tú.
ResponderEliminarBesitos
Acabo de llegar guiado por tu comentario, a conocerte, a recalar en unas letras que me hicieron, en un primer momento, pensar en otra cosa, claro que la sutil ironía embauca las ganas de llegar al final y he aquí que desmonto mi primera impresión, enhorabuena por esta entrada en concreto, todo sea volver y repetir...
ResponderEliminarAbrazzzusss
Ja, muy bueno! A veces me cuesta entender las ironías y este post me ha encantado!
ResponderEliminarGracias por visitarme.
Besito,
STEKI.
Me divirtió mucho tu post, jaja, "la comida chatarra" puede ser peligrosa.
ResponderEliminarGracias por tu comentario y disculpa mis ausencias, necesito más horas como la mayoría de los que estamos en estas cosas.
Realmente un gustazo visitarte muy agradable tu espacio.
Besos y buen finde.
Se puede ver el menú pero no comer de todo, ¿es así?.
ResponderEliminarSaludos.
Depende muito da relação dos pais com os filhos na educação e daí na criação dos hábitos alimentares desde a tenra infância saudável.
ResponderEliminarAbraço
Gracias por participar en mi blog, veo que el tuyo es muy agradable.
ResponderEliminarUn saludo.
Eres genial , muy original en todos tus escritos
ResponderEliminarUn Abrazo
Ja! Yo tengo anemia (a veces)
ResponderEliminarNingún buen aporte... Pero te juro que lei, mi amor (?)
Tremendo tu sentido del humor...
ResponderEliminarjajaja
Saludos y un abrazo enorme.
..ya lo decian en la antiguedad,ejercicio y alimentacion sana son las mejores medicinas. un saludete!! psiconautam
ResponderEliminarjajaja esta reflexión proviene de tu experiencia personal?
ResponderEliminarNo conocía el SAC pero analizando viejas situaciones, descubro que mis padres padecían de ACP, o “Arreglate Como Puedas”.
ResponderEliminarAsí y todo, tomaban la precaución de organizarse salidas de la ciudad con cierta frecuencia, ellas siempre en fines de semana y enterándome de sus planes con cierta antelación, de modo que un joven inexperto vaya organizándose con tiempo.
Este método algunos resultados ha arrojado, sospecho que será el que utilizaré desde el rol de padre.
Gracias por tan esclarecedora monografía.
Un abrazo,
D.
Me encanta tu sentido del humor!! Voy a probar tu receta...Ja!
ResponderEliminarSaludos!
sera experiencia personal ?
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog! Ahora que paso por el tuyo la verdad es que me ha gustado. Curioso el síndrome éste jaja!
ResponderEliminarque weno...me ha encantado como describes todo..con esa ironía...
ResponderEliminarsi no te importa, me instalo por aki
GRACIAS POR TU COMENTARIO EN EL BULEVAR!!
SALUDOS!!
Buen blog, si señor! Saludos!
ResponderEliminarLa solución es antigua: una cabra.
ResponderEliminarSí, se le compra una cabra al nene para que se acostumbre a ella desde la más tierna infancia. La cabra es ecológica además de útil. Abona el jardín, siega el cesped y le da lo que tiene que darle al nene: la leche!
Que eso sí que es sano y no la comida chatarra!
Además, la cabra le dejará tan satisfecho que jamás molestará al servicio ;)
Un saludo y gracias por visitarme!
Lala
Mi segundo cumpleaños
ResponderEliminarSoy un intrépido pájaro
que a tu verja se acerca.
En el pico traigo
con regocijo una misiva
de azahar y tomillo
Sumisa pincelada
de aroma y sentimiento
que al trinar me recuerda,
en lejanía y con sosiego
la danza de una acacia.
Con atrevida delicadeza
te invito a mi aposento
de formas en armonía
para brindar contigo
por la esmerada compañía
que me has dedicado
en estos dos años de vida.
En la entrada te espero
oyéndose al fondo la nota
de un timple alborozado
haciendo sentir su esencia.
Asumiendo con respeto
la amistad que nos aúna
desde hace largo tiempo.
Un presente te acerco
para no ser olvidada...
como saludo un maullido
y al tacto una virtual caricia
para ti con mi aprecio.
Tuya siempre...
María del Carmen
25/04/08 - 25/04/10
Hola amigo!! Estoy de celebración de aniversario, y aunque has llegado ayer a mi casa eres recibido como si ya llevases desde el comienzo.
ResponderEliminarPor eso te he dejado una poesía al igual que a los demás, dándote las gracias por acercar tus naves a uno de mis puertos, para seguir compartiendo amistad.
Un abrazo
María del Carmen
Muy instructivo, un gran aporte para combatir estos nuevos? síndromes.
ResponderEliminarTe sigo...leyendo....
Besos:)
Muy interesante tu texto te encontré en lo de Steki besos
ResponderEliminarMe ha gustado el regusto irónico de cada uno de los síntomas y las consecuencias del síndrome :)
ResponderEliminarUn beso.