lunes, 13 de septiembre de 2010

57: El Tauromáquico

Isabella Santo Domingo en su libro “Los caballeros las prefieren brutas” asegura que el verdadero mal del siglo 21 es la inestabilidad emocional en las mujeres. Y que las mujeres deberán convertirse en catadoras de hombres como una terapia de supervivencia.

A continuación la autora muestra tipos de comidas que las mujeres deberán de evitar si no quieren terminar siendo más infelices de lo que ya son actualmente:

El comida rápida, este espécimen es un buen pedazo de carne, pero nada más. Se come rápido, de apuro y no es para nada saludable. Más que nada para la mente.

El comida típica, las mismas posiciones aburridas, la misma conversación y la misma sensación de vacío al final.

El domicilio, a este tipo solo le interesa el sexo, el que nunca la llevará a la esquina a comer una salchicha y que a usted tampoco le interesa salir a la calle con él.

La paella, comer paella significa atenderlo en la casa, criarle los hijos y, aun así, que se vaya con otra.

El tetafula, es la clase de tipo que no las admira más que por sus curvas. Es al que se le van los ojos detrás de cuanta “copa 38D” se le atraviesa por el camino.

El lomo fino, el plato no es más que un pendejo que, en vez de traer el pan a la casa, se lo lleva a la otra. El que una mujer termina manteniendo para no quedarse sola.

El parrilla, es el que sin cerveza no funciona. Este platillo gourmet es el típico hombre que en público es el mejor anfitrión, pero que en privado ni la determina. Es el que confía que su pareja lavará los platos, cuando sus amigos se hayan ido.

El pollo asado, es decir el niño, el que para bronceado porque no hace más que pasear. Este bocadillo, ensarta el corazón y da vueltas y vueltas al asunto y nunca decide nada.

El risotto, el típico bueno para nada que, encima de todo se las da de muy gracioso. El que se lava las manos de toda responsabilidad. El encantado de la vida que vive muerto de la risa, pero que niega todo cuando se lo pilla con las manos en la masa.

El chorizo, es aquel bien dotado pedazo de carne grasosa que, a pesar que la mujer sabe que no es saludable para el corazón ella lo consume. Lo interesante es que usualmente viene como parte de una larga cadena y, después de uno, siempre viene otro igual detrás.

El pasta, un don nadie que se adhiere como un pegote, la única manera para sacárselo de encima es anunciarle de repente que está embarazada. Son una maravilla para salir huyendo.

El buñuelo, el regordete, bonachón, grasoso, calvo y encima de todo amante de los fritos. Es el hombre con el que las abuelas sueñan para marido de sus nietas pues les parece un buen tipo y nadie dice lo contrario. El problema es que como todo entra por los ojos… y es que…. ¿acaso no merecemos algo mejor?

El sopita en bajo, es el que nunca clasifica para novio, pero que sí vale la pena retenerlo por ahí cerca por si las moscas.

El lenteja, es un lento para todo. El indeciso que toma sus licencias eternas para regalar un poco de seguridad que la mujer necesita. El que se demora para todo, menos para venirse.

El roscón, es ese que se las da de muy macho, pero que parece una piñata, “lleno de maricaditas”

El churro, este hombre atrae a simple vista y sin tener que hacer el mínimo esfuerzo. Todas lo miran… y a su vez a él le encanta que lo miren. Es el hombre que deleita, que provoca, pero que al final empalaga tanto que produce náuseas.

El helado, ese hombre poco detallista, circunspecto, aburrido y, encima de todo criticón. Ese al que le dará exactamente lo mismo si duerme a su lado en pijama, baby doll, sin ropa o… ¡sin él!

El perro caliente, el problema fundamental con esta popular comida rápida es que pone los cuernos indiscriminadamente. Es decir, le da igual si es con una de su categoría o de varios escalones menos y es de los que se enfurecen terriblemente ante cualquier reclamo de su pareja.

El alka seltzer, este modelo de hombre es con el que la mujer sale para aliviarse de tanta indigestión. Las mujeres nunca apreciaron sus bondades y solo es utilizado después de comer tantas pendejadas y porquerías. Es el hombre que deja poca huella y que su recuerdo se diluye rápidamente como la espuma.

Termina indicando:
Es cuestión de aprender el arte del descarte. Es decir, aprender a clasificar lo que le gusta, lo que le sirve o no, para tener la vida que usted ha soñado. Si no, viva del amor y deje de envidiar a sus amigas. Confórmese con lo que escogió y tiene al lado. Deje de soñar con grandes galas y zapatillas de cristal. Y por Dios, deje en paz a ese hombre que no tiene la culpa de que usted haya escogido mal. Y dele, al menos, la oportunidad de una vida digna. Lo cierto es que la mayoría de las mujeres somos terribles y lo que pensamos, lo que queremos, casi nunca corresponde a la realidad que escogemos. Por esto, muchas de ellas viven amargadas, frustradas y reniegan del marido así éste sea un dechado de virtudes.(Editorial Grijalbo)
Un libro de cabecera para todas aquellas mujeres que siguen soñando.

14 comentarios:

  1. "es lo que hay" y ahí empieza el amor.... Muy buena metafórica manera de describir muchas realidades. Muchos saludos.

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  2. Es muy divertido lo que escribe esa mujer, bien por compartirlo por acá. Me pregunto, sin embargo, si en otros capítulos consideró que hay hombres que escapan a todas esas categorías o si hay de los que combinan dos o más.

    No me siento en ninguna de esas categorías... o tal vez sí... o tal vez itinerantemente saltando de una en otra.

    ¿Eso me convierte en panqueque?

    D.

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  3. Conozco a muchos de esos pero con el que estoy no entra en ninguna categoría es de los que se cuecen aparte.



    Beso.

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  4. jajajajaja simplemeente fantástico y verdadero! sos imprecionante! saludos.

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  5. Que buenísima está esa clasificación!jajajaj
    Me encantó!

    Un beso
    Maribe

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  6. JAJAJAJJAJAJA, QUE OCURRENCAS, ME ENCANTAN, BESOS

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  7. Y mira que no va desencaminada, viene a ser como la dieta, de noche imaginas un fin de semana comiendo solo fruta y bebiendo te rojo y comienza el sábado con un desayuno completo en la cama, y es que la carne es débil. ;)

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  8. ¡Hola! tu blog es genial.¿afiliemos,te sigo y me sigues? mi blg es en ingles peo ay trauctores en el pagina. si te animas avisame y me dejes el url de tu blog para poder encontrarte;
    http://checktheseblueskiesout.blogspot.com

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  9. Muy bueno. Ya me lo copio. Coincido con el Sr Daniel Os. Los hombres somos gitanos y muchas veces saltamos de una sarten a otra convirtiéndonos en diferentes platos. Hay que estar atentas eso si las mujeres, porque a veces con solo 50 centavos, agrandan el combo!!!
    Un abrazo colega

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  10. jajajajaja seguro que hay de todo en este mundo, pero recién me tope con uno que si entra en una de estas categorias jajajaja

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  11. Lo mejor será estar a dieta y esperar a ver si vuelve a caer maná del cielo.
    Muy entretenidoel texto.
    Un beso.

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  12. Y no ponia donde se puede encontrar los platos buenos???...jajajaja...

    Saludos de la chica sin mesilla.

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  13. Hay que ser como muy idiota para seguir al pie de la letra esos consejos, ¿no?
    Saludos :)

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