Podría tener el atrevimiento de afirmar que si un cojonudo escribiría un mamotreto él lo titularía "Los caballeros las prefieren brutales" y él aseveraría que el verdadero mal de este siglo es la inestabilidad macrobiótica tanto en copuchentos como en féminas.
En lo que recalcaría sublimemente hasta el holocausto es que las mujeres, diariamente y sin perder un minuto deberían transformarse en catadoras de hombres como una terapia de un climaterio solitario y lleno de recuerdos.
A continuación él mostraría tipos de cojonudos que las mujeres deberán de probar por qué en el uso y abuso está el conocimiento y de esta nace la inexperiencia que las forjará, endurecerá y las hará mucho más agradables para los sinsabores de la vida marital.
El comida rápida: el hombre ideal para la ilusa que construye castillos con fundamento de un polvo fugaz.
El comida típica: el prototipo ideal para la fémina introvertida, frígida y poco conversadora.
El domicilio: para aquella que le gusta naufragar en el mar del noveno mandamiento.
El paella: el hombre ideal para toda mujer que odia maquillarse y gusta andar desarreglada dentro de la casa.
El tetafula: el tipejo especial para toda mujer vanidosa y llena de encantos natural exprofeso y encantos supernaturales añadidos.
El lomo fino: ideal para las feas las cuales tienen derecho a un polvo de vez en cuando.
El parrilla: para aquella mujer con dinero que le agradan los hombres bebedores ya que el alcohol los hace desinhibidos.
El pollo asado: son para aquellas féminas que quieren ser madres y amantes al mismo tiempo.
El risotto: especial para todas aquellas mujeres tercas y dominadoras y que creen que pueden cambiar al mundo.
El chorizo: man adecuado para aquellas féminas con espíritu de mártir.
El pasta: espécimen superlativo adecuado para todas las noveles en el arte sexual.
El buñuelo: es el hombre con el que las abuelitas sueñan para sus nietas pues les parece un buen tipo y nadie se atrevería a contradecir los gustos de las viejitas del siglo pasado.
El sopita en bajo: es el hombre que siempre estará presto para un polvacho y se mantendrá en segundo plano esperando el próximo.
El lenteja: hombre apto para toda mujer indecisa.
El roscón: espécimen apto para toda mujer con glamour.
El churro: es el hombre con el que sueñan todas las mujeres, pero pocas lo consiguen y las pocas que lo consiguen terminan odiándolo al comprobar que ellas envejecen y él no.
El helado: el hombre ideal para toda fémina con inclinaciones lésbicas.
El perro caliente: propio para la mujer con amplia parentela femenina y que le encanta el chismorreo.
El alka seltzer: es el hombro donde las lágrimas de la desilusión se acuestan, mientras la mano de él acaricia su entrepierna. Toda mujer siempre deberá tener a mano este paño y este pipi para aquellos momentos en que la ingesta de los anteriores platillos haya atiborrado su sed de experiencia psicovaginales.
El copuchento terminaría indicando:
En las féminas es cuestión el aprender el arte del buen coger. Es decir, aprender a clasificar lo que le gusta, lo que le sirve o no, para tener la vida que usted se ha delirado. Si no, viva del sexo y deje de envidiar a sus amigas. Confórmese con lo que escogió y tiene encima. deje de soñar con grandes pipis y las 69 posiciones del kamasutra. Y por favor, deje respirar a ese hombre que no tiene la culpa de que usted haya escogido mal. Y dele, al menos, la oportunidad de una fellatio de vez en cuando. Lo cierto es que la mayoría de las mujeres son terribles y lo que quierem, casi nunca corresponde al escenario que escogen. Por esto, muchas de ellas viven amargadas, frustadas y reniegan del cojonudo así éste sea un dechado de virtudes aunque usted jamás lo crea.
mmmta si probáramos toda esa clase de hombres, estos nos considerarían unas emm...una palabra fuerte jajaa
ResponderEliminar¿Y quién dijo yo en el arte del buen coger?.
No se trata de probar tanto hombre sabiendo que la mayoría no se nos van a acoplar.
ResponderEliminarLa gracia está en descubrir el mas suculento plato al primer golpe de vista.
Un beso
pues con tanto menu disponible seguro que da indigestión¡¡¡¡
ResponderEliminarpero si creo en la quimica y esta se puede comprabar con un beso, así no tienes que comerte el "plato".....
un abrazo.
Los hombres comienzan a inspirarme una cierta làstima, tener que lidiar toda la vida con semejante especie!
ResponderEliminarEs mas, saberse gestados y paridos por una de ellas, salir de sus entrepiernas, ser alimentados de sus senos!
Y bueh! tal vez en la pròxma vida tengan la suerte de usar polleras... aunque no crea que la pasarà mejor ya que las opciones de hombre que hay para elegir deja bastante que desear, sino rellea esta lista.
Saludos!
Pues mi querido amigo, cada vez son menos las mujeres que viven amargadas, esperando un sueño que ya se sabe ...no existe. Jajjaja me hizo un poco de gracia. Un abrazo.
ResponderEliminarMis aplausos, en primera medida, a todos los catadores y catadoras… hay que tener mucho levante para identificar las categorías, clasificarlas, enumerarlas y compartir los resultados de años de análisis.
ResponderEliminarVengo de una cocina más pobre… unos pocos platos que me han dejado satisfecho… y que se han prestado a ser repetidos.
Un abrazo, Tauro.
D.
jajajaja conozco a varios tipos de todo tipo ajaja genial
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