lunes, 2 de julio de 2012

217: La herida del amor sólo surge cuando el amado no nos corresponde. El enfermo de amor no tiene otra medicina que la presencia del amado, esa es otra de las paradojas del amor. Nos sana la presencia de aquel que nada siente por nosotros.

Estas donde no deberías estar y de repente cataplum ves a un copuchento macanudo… como él que siempre soñaste y percibes que él te está sonriendo, deslizas un pie tras otro hacia adelante y comentas de la crisis económica en España, todita tu entrepierna arde como un infiernillo y te decides a poseerlo.

Y debes hacerlo, porque no:

a. Estás molesta con tu ex y quieres venganza
b. Él insistió tanto y te da pena decirle no
c. Piensas que así lo amarraras y después él te amara eternamente
d. Estas ebria
e. Es tu primer polvo
f. Te has enamorado de él y no te importa ser una más
g. Todas tus amigas cogen y tú no te quieres quedar atrás

Si no cumples con ninguna de las cosas de la lista arriba leídas, magulladamente debes cogerlo, introducirlo en tu camastro y hacerlo puré, pero para ello, harás que el copulador cumpla estos menesteres:

a. No velocidad, sino seguridad
b. No es competencia por terminar primero
c. Que él debe saber obedecer
d. Que él te estimule
e. Y que le guste cortar el tallo

Si solo quieres sexo y solo sexo y nada más, este es el momento adecuado.

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