450: «—Los hombres no os miráis al espejo... U os miráis demasiado»

El cine y la tv nos muestran que cuando ella lo abandona, él se sumerge en las brumas del alcohol.
Si por ahí encuentras a un tipejo trasegando vasadas de un recipiente a otro con toda seguridad es un mesero o un marido abandonado.
Alguna vez intente hacer ese intento, pero no me resulto.
Para mi ese juego iba acompañada de canciones y guitarras y muchos amigos.
Más eso de sentarse solo a beber no calzaba a mí entender.
Otros se refugian en un silencio silencioso y otros en un licencioso silencio.

El beber no mejora el ánimo, solo hidrata las lacrimales, cuando se bebe agua.
Y el beber alcohol solo deshidrata.
Creo que la solución no está en beber, ellas por ejemplo, no beben, comen, tragan y se atiborran de comida y como resultado engordan al contrario de ellos que enflaquecen.
La solución al desvarió del abandono se encuentra en el olvido. Olvidarla completamente.
Y eso es lo que hice.