493: ¿Qué esperas de mí como cónyuge?

Es muy importante que los novios inviertan tiempo a definir qué esperan de su futuro esposo o esposa.
Hay cuestiones que se deben dejar en claro a fin de evitar futuros resentimientos, desencuentros y conflictos.
Algunas ingresan al matrimonio dejando en claro que no lavarán o cocinarán o plancharán la ropa por diversas razones; aluden a problemas de salud, pasan por incapacidad y terminan con el famoso: “no me gusta”
Muchas otras, sin llegar a ser esposas, asumen esas funciones.
El principal deber de la novia, es la de prepararse para ser la reina, ama y señora de un hogar y ser la principal actriz en la educación de sus hijos. Cuando decide trabajar, -en estos tiempos esto es muy común-, deben tener en cuenta si será capaz de tener hijos y poderlos criar. Recuerden que los hijos deben ser criados por los padres y no por la niñera ni los abuelos. No es malo si no desean tener hijos, podrían adoptarlos ya grandes, pero sí es malo descuidarlos por el trabajo.

El novio debe dejar en claro qué es lo que espera de su novia cuando ésta sea su esposa.
Entre las tareas que se podrían enumerar están:
1. Ropa limpia y planchada
2. Casa limpia
3. Hijos alimentados
4. Comida a tiempo y sabrosa
5. Casa ordenada
6. Siempre cuidadosa de su apariencia
7. Cariñosa y comprensiva
8. Siempre dispuesta a la intimidad
9. Sexo anal y practicar el Kama Sutra

Y la novia debe ser clara en cuanto a lo que espera de su novio cuando sea su esposo:
1. Que se involucre en los trabajos de la casa
2. Que sea cariñoso
3. Que converse
4. Que se involucre de manera activa en la crianza de los hijos
5. Que reconozca los afanes de la esposa en la casa
6. Que lleve al hogar los euros necesarios
7. Que se pueda contar con él en todo momento
8. Que sea trabajador
9. Que prefiera estar con la familia antes que en el trabajo o los amigos
10. Que sepa manejar las tensiones
11. Sexo oral y practicar sexo tántrico

Estas listas pueden ser muy exigentes, pero se sorprenderían de lo que muchos prójimos y doncellas esperan de sus futuros cónyuges. Luego que se ha hecho una lista de las expectativas de uno y otro, se debe conversar de lo que se va a asumir y de lo que el otro no debe esperar porque no se está dispuesto a ceder.
El dialogo debe ser franco y maduro y los acuerdos a los que se lleguen deben honrarse.