miércoles, 28 de mayo de 2025

0934: las enfermedades del colon

 Todas las enfermedades del colon, que aparecen en el colon son conflictos relacionados con la supervivencia: la persona vive situaciones donde se siente acorralada, en un callejón sin salida.

Para poder mantenernos en un perfecto fluir con la vida nuestro organismo ha de mantener el equilibrio entre lo que comemos, lo que asimilamos y lo que eliminamos. 

El colon es el encargado de soltar y liberar todo lo que ya no nos es de utilidad y básicamente, los conflictos emocionales que dan lugar a las patologías en el colon se relacionan con:

Situaciones vividas como muy malas que, después de “tragadas” y “digeridas”, no conseguimos soltarlas: “no puedo más con esta contrariedad”,  “la situación me llega hasta el cuello”, “no puedo creer que me hayan traicionado”, “han caído muy bajo, nunca hubiera imaginado que me hicieran esta jugarreta”. 

Situaciones que vivimos como injustas porque se nos acusa de algo que no hicimos: “yo no hice nada”.

“Estoy hart@ de que me eches la culpa”

En el colon se produce una re-absorción del agua contenida en las materias, así como su eliminación y acumulación, el agua tiene que ver con mamá (real o simbólica). Si la patología tiene relación con el proceso de re-absorción buscaremos un resentir de: “quiero recuperar el amor de mi madre”, si es con el de eliminación: “quiero quitarme a mamá de encima”, y si está relacionada con el de acumulación: “necesito más amor de mi madre”.

Situación vivida como “esto es un golpe bajo, no me lo esperaba de ti”, que me lleva inevitablemente a romper una relación con un ser querido, a separarme de alguien que es importante para mí.

ENFERMEDADES COMUNES DEL COLON 

Ahora veremos algunas de las enfermedades del colon más comunes en base a los conflictos expuestos:

Cáncer de colon: 

Aquí se encuentran las “grandes traiciones ” que son vividas con miedo y cólera. Vamos a hacer una diferenciación de acuerdo al lugar dónde se localice el tumor.

-Colon ascendente: 

La traición me la hace alguno de mis ascendentes: padre/madre, abuelo/a, jefe, patrón…

-Colon transverso: 

La traición me la hace alguien que está en mi mismo rango: hermano, primo, marido/,mujer, compañeros de trabajo, amigo…

-Colon descendente:

La traición me la hace alguno de mis descendientes: hijos, sobrinos, empleados…

-Colon sigmoideo:

Nos habla de “viejas traiciones ”, situaciones acontecidas mucho tiempo atrás, retenidas a causa del miedo que nos da liberarnos de ellas.

-Colon inferior: 

Este tramo del colon es el único cuyos conflictos son de temática diferente a la de supervivencia: están ligados al territorio. 

Cuando se vive en femenino se relaciona con un conflicto de identidad: “no sé dónde está mi sitio”, “¿qué estoy haciendo aquí, si realmente no quiero estar?”, “no sé quién soy para mi familia”, “no tengo mi sitio en mi territorio”; 

En masculino con un conflicto de rencor e injusticia en el territorio, situaciones en las que tengo que “someterme” (ante el jefe, padre, pareja…) a pesar de que siento que me tratan como a una “persona sin valor ”.

Estreñimiento:

El estreñimiento puede derivarse de dos conflictos:

El primero de ellos es el que tiene que ver con la re-absorción del agua, que ya hemos visto es “querer recuperar el amor de mi madre”.

El segundo se relaciona con el sentimiento de carencia. La persona vive con una gran desconfianza en la vida que hace que día tras día tenga miedo a que le falte o a no tener suficiente (=dinero, amor, estatus, trabajo…). Esto la lleva a “guardar y no soltar” por miedo a perderlo.

Enfermedad de Crohn: 

Esta enfermedad inflamatoria crónica afecta al último tramo del intestino delgado y parte del grueso. Las situaciones que vive la persona están relacionadas con conflictos de:

“Me es imposible digerir tanta maldad”, “me estoy tragando demasiada porquería familiar”. Estos conflictos se vinculan a “no puedo asimilarlo” más el “miedo a quedarme sin nada” (hay un sentimiento de gran impotencia en relación a carecer de alimento en un contexto de supervivencia extrema).

Tener que callar y tragar las constantes críticas y/o acosos “indigestos” e injustos con el fin de evitar “que las cosas en la familia se pongan peor”.

Pólipos: 

Por un lado tienen que ver con situaciones que vivimos como “pequeñas traiciones ”, y por otra con “agarrarnos a nuestros prejuicios, a pesar de que nos gustaría liberarnos de ellos”. Se ha de trabajar uno a uno, pues cada pólipo corresponde a situaciones diferentes.

Colon irritable: 

Se trata de “porquerías regulares”, es decir, detrás de una situación viene otra y otra. Suelen ser personas inseguras que viven en un continuo estrés. La sensación que experimentan es de sentirse “manejadas”, de “estar a disposición del otro”.

Divertículos: 

Pueden darse en una situación en la me siento presionado y de la que deseo escapar, o también algo que vivo como una traición “muy sucia” que es mejor “guardar en casa”.

Megacolon: 

Aparece cuando “tengo que asimilar lo máximo posible”. En este caso buscamos en el árbol genealógico situaciones de carencia como por ejemplo falta de alimento durante la guerra.

Colitis: 

Cada vez que sentimos dolor es producto de una alteración en el intestino grueso, ya que el delgado no tiene terminaciones nerviosas. En esta enfermedad hay una inflamación aguda o crónica del colon, lo que nos indica (y esto es importante tenerlo en cuenta) que a nivel psico-emocional la persona ha resuelto su conflicto.

Entre los conflictos que dieron lugar a que nuestra biología responda con una colitis encontramos el de “no poder digerir”, el de mantener una lucha interna entre lo que considero “bueno o malo” para mí, y por último el conflicto de:

“Quiero quitarme a mi madre de encima”.

Hay varios tipos de colitis:

-Colitis crónica:

Aparece cuando la persona vive situaciones “indigestas” que resuelve pero que repiten una y otra vez, y también en aquellos casos donde siento que “no quiero ser esto que soy pero no sé como mostrarme de otra manera”.

-Colitis espasmódica: Conflicto de no querer digerir esta “porquería ”, pero “no me queda más remedio… es el jefe”, “como voy a oponerme, le debo obediencia”, “se aprovecha porque es el jefe”.

-Colitis ulcerosa: 

Tras esta enfermedad está el temor a “que esto sea el fin”, “esto se acaba”, vivido con impotencia y resignación. Puede ir acompañado de síntomas depresivos.

-Colitis hemorrágica:

La situación, que se vive con un gran miedo visceral, tiene connotaciones “de traición y de no podérmelo quitar de encima”, “vaya jugarreta que me han hecho”. Como hay sangre hemos de buscar en relación a la familia, siempre real o simbólica, pues sabemos que el inconsciente no distingue entre ambas.

Al final lo mas importante para ti como paciente es que busques el origen, que descubras que te ha llevado a vivir la enfermedad; pues al descubrirlo estarás creando la consciencia necesaria y dar el primer paso para una sanación.


lunes, 26 de mayo de 2025

0933: El 98% de las personas aprende estas siete lecciones… demasiado tarde

 No seas parte de esa estadística.

Lección 1:

La soledad no mata…

Lo que destruye es rodearte de personas falsas. Aprende a disfrutar tu propia compañía.

Lección 2:

No te aferres a nadie.

Hoy te aman, mañana te olvidan. La gente cambia de planes, y tú no siempre estás incluido.

Lección 3:

No importa cuán sucio jueguen contigo…

El karma está hambriento. Sé fiel a tus valores, porque todo, absolutamente todo, regresa.

Lección 4:

Lo que piensas, lo atraes.

Lo que sientes, lo proyectas. Lo que deseas, lo creas. Así que elige bien tus pensamientos.

Lección 5:

¡Deja de contarle todo a todos!

No todos quieren verte bien… algunos solo fingen escucharte para después hablar de ti.

Lección 6:

Estudia. Trabaja. Lúcete.

Concéntrate en ti. Nunca mendigues atención, amor ni validación.

Lección 7:

Antes de ser excelente, fuiste bueno.

Antes de ser bueno, fuiste malo.

Y antes de todo… tuviste el valor de empezar.


"La vida no espera a los que dudan; te forjas solo, te caes solo… y también te levantas solo. Lo que aprendes en silencio, te hace imparable en voz alta."


domingo, 18 de mayo de 2025

0932: Llegas con una enfermedad y al cabo del tiempo tienes cinco

A los 30 años usted tiene una depresión una tristeza muy persistente: le recetan FLUOXETINA.

La fluoxetina dificulta su sueño. Así que le recetan clonazepam, el rivotril de la vida. 

El clonazepam lo deja medio bobo al despertar y reduce su memoria. Vuelve al doctor; él nota que usted aumentó de peso. 

Ahí le receta sibutramina.

La Sibutramina le hace perder unos kilitos, pero le da una taquicardia incómoda. Nueva visita al doctor: además de la taquicardia, él se da cuenta que usted además de la "batidora en el corazón" también tiene la presión alta, entonces le receta LOSARTAN y ATENOLOL, este último para reducir su taquicardia.

Ya tienes 35 años y tomas: Fluoxetina, clonazepam, sibutramina, losartan y atenolol. 

Y aparentemente adecuado, se prescribe un "MULTIVITAMINICO". Como el doctor no entiende nada de vitaminas y minerales, recomienda que usted compre un "Multivitaminico de la A a la Z" de la vida, en la farmacia y como viene en cápsula tiene CASI NULA absorción y casi no sirve para nada. 

Pero en los medios, los "influencer" Recabarren, Calderón y Lucero dijeron que este es genial. Usted creyó, y corrió a comprar. Lo siento

Ya se van $60.000 al mes. Puede pesar en el presupuesto, El dinero que podría dirigir a inversiones y ocio, se escurre al desagüe de la industria farmacéutica Empiezas a estar nervioso, preocupado y ansioso (a pesar de fluoxetina y clonazepam), porque las cuentas no cuadran a fin de mes. Comienzas a sentir dolor de estómago y acidez estomacal, tu intestino está "arrestado". Vas a otro doctor. Prescripción: Omeprazol + domperidona + Laxante "natural".

Los síntomas se suman, pero sólo los síntomas, a pesar de la "MATANZA COMPLETA DE TU FLORA INTESTINAL". Otras quejas aparecen...entre ellas, una es particularmente perturbadora: a los 37 años, solo, usted no tiene más potencia sexual. Además de estar "teniendo relaciones" con frecuencia, tienes muy poco esperma y la líbido está debajo de los pies.

Para el doctor de la medicina de la enfermedad, eso no es problema. Incluso te manda a elegir el remedio: Sildanafil, tadalafilo, lodenafil o vardenafilo, elige por pim-Pam-Bang. Tu potencia mejora, pero como consecuencia, estos remedios dan un tremendo dolor de cabeza, latido, enrojecimiento y nariz que gotea. No hay problema, el doctor aumenta la dosis de atenolol y pasa una neosaldina para que tomes antes del sexo. Si lo necesitas, inculca un "medicamento" para tu secreción nasal, que sobrecarga tu corazón.

Cuando todo parecía solucionado, a los 40 años usted se da cuenta de que sus dientes se están pudriendo y cayendo. (entre nosotros, es el antidepresivo). Tome dinero para gastar con el dentista. En esa misma época, otra constatación: su memoria está fallando mucho más de lo habitual. Una vez más, para su doctor, eso no es problema: GINKGO BILOBA se prescribe 

En los exámenes de rutina, su glucosa está en 110 y su colesterol en 220. En la espalda de la hoja de recetario, el doctor prescribe METFORMINA + SINVASTATINA. "Es para evitar la Diabetes e Infarto", dice el cuidador de su salud 

A los 40 y pocos años, ya tomas: Fluoxetina, clonazepam, losartan, atenolol, multivitaminico de a a z, omeprazol, domperidona, laxante " natural ", sildenafilo, vardenafilo, lodenafil o tadalafilo, neosaldina ginkgo biloba, metformina y simvastatina (enfrentémoslo, eso está muy lejos de ser saludable! ). 

$150.000 a $160.000 por mes!!! Y SIN SALUD!!!

Mientras tanto, aún sigues deprimido, cansado y engordando. El Doctor, de nuevo. Cambia la fluoxetina por duloxetina, un antidepresivo " más moderno ". después de 2 meses te sientes mejor (o un poco "menos mal"). Pero otro contratiempo surge: el nuevo antidepresivo lo hace orinar largamente y con jet débil. Pasa a ser necesario levantarse dos veces por la noche para orinar. Allí se fue su sueño, su descanso extremadamente necesario para su salud. Pero esto es fácil para su doctor: Él prescribe tamsulosina, para ayudar en la micción, el acto de orinar. Usted Mejora, realmente, sin embargo... no eyacula más. No sale nada!

Voy a parar por aquí... 

Es deprimente. Eso no es medicina. Eso no es salud.

Esta historia termina con una situación cada vez más común: el derrumbe en bloque de su salud. Estás obeso, sin disposición, con lamentable erección y memoria y concentración discapacitado. Diabético, hipertenso y con sospecha de cáncer. Dientes: no voy a hablar El peso alto reventó su rodilla (un doctor te agarro hasta poner una prótesis). Surge en su cabeza la idea loca de buscar un cirujano bariátrico, para "reducir su estómago" y un psicoterapeuta para cuidar de su juicio arruinado es aconsejado.

Sin dinero, triste, ansioso, deprimido, pensando en dar fin a su vida de vida y... enfermo, muy enfermo! A pesar de los "Remedios" (o debido a ellos!!).

La industria farmacéutica? " va bien, gracias!", más aún con su valiosa contribución por años o décadas. Y su doctor? " bueno, gracias!", gracias a su enfermedad (o a la enfermedad plantada paso a paso en su vida).

Sepúlveda Reyes Manuel


Agrego a esto, aunque mucho no hay que agregar, y lo agrego en comentarios.. 

Y te pregunto... ¿Ya te diste cuenta de que te tienes que quitar la venda de los ojos y sanarte? 

Llevo casi 9 años sin enfermarme de nada.  El mismo tiempo que no entro a una FarMAFIA o a un hospital.  ¿Casualidad?  Saca tus propias conclusiones. 

Ahí lo dejo. 


viernes, 16 de mayo de 2025

0931: A 255 años de la boda de María Antonieta con el delfín de Francia

Aquel 16 de mayo de 1770, la boda aseguraba la unión de dos dinastías que habían estado enfrentadas. Todo prometía prosperidad.

Una adolescente enviada a cambiar la historia

Tenía catorce años. Viajaba en medio centenar de carruajes acompañada por 130 miembros de su séquito. María Antonieta, hija menor de la emperatriz María Teresa de Austria, cruzaba el Rin rumbo a Francia para convertirse en delfina. En la isla de Épis, frente a Estrasburgo, se alzó un pabellón de madera. Allí la obligaron a despojarse de todo: su ropa, sus libros, sus damas, hasta su idioma.

—Desde ahora no entiendo otro idioma que no sea la lengua francesa —le respondió con cortesía al alcalde de Estrasburgo que había osado saludarla en alemán.

Atrás quedaban Viena y su infancia entre los lujos de la corte imperial. Ahora comenzaba su profunda transformación. Al salir del pabellón, ya no era archiduquesa. Era delfina de Francia.

Él, rústico y ella, una princesa de pies a cabeza

Luis, el delfín, tenía dos años más que ella. La educación católica, conservadora y solitaria que le dieron sus tías lo había vuelto introspectivo, algo torpe y absolutamente ajeno al libertinaje cortesano.

—Tan rústico como si hubiera crecido en el bosque —escribió en 1767 un embajador veneciano.

En cambio ella, alegre y encantadora, aprendía rápido lo que la corte francesa exigía. Sabía tocar el arpa, dominaba el italiano y había recibido un año de clases exprés en Viena para refinar su postura, pronunciación y modales.

El embajador de Francia escribió a Luis XV: “Es una princesa de los pies a la cabeza”.

La gran boda en Versalles

Era 16 de mayo de 1770. La capilla real de Versalles, elevada sobre un escenario de mármol y luz dorada, se había transformado en el centro simbólico del nuevo siglo. Entre terciopelos, encajes, sedas bordadas con oro y un aroma embriagador a flores frescas, María Antonieta y el delfín de Francia sellaban la unión que pondría fin a tres siglos de enemistad entre los Habsburgo y los Borbones. La tensión diplomática se convertía en alianza. El escenario era perfecto.

La ceremonia fue magnífica. Se ofició en la capilla del palacio de Versalles ante seis mil invitados: nobles, diplomáticos, clérigos y cortesanos, todos vestidos con sus galas más ostentosas, agolpados en la Galería de los Espejos, desde donde pudieron observar el desfile regio de los novios rumbo al altar. En el centro de esa escena se erguía la joven austríaca, vestida como se esperaba de una futura reina de Francia.

El traje de novia de María Antonieta desafiaba el equilibrio. Se trataba de un vestido al estilo francés: voluminoso, barroco, tejido con hilos de oro, bordado con diamantes y piedras preciosas, cubierto con un manto de armiño, símbolo de virginidad. Tuvo que ser ayudada por sus damas para llegar al altar. No podía dar un paso sola. En sus manos brillaban las joyas de su nueva estirpe: un collar de perlas de Ana de Austria, una parure de diamantes de María Josefa de Sajonia, un abanico con incrustaciones de diamantes y broches esmaltados con una “M” y una “A” entrelazadas.

El delfín, de dieciséis años, la esperaba vestido con el hábito de la Orden del Espíritu Santo, cubierto también de oro y diamantes. La misa fue oficiada por el arzobispo de Reims. Se intercambiaron las arras de oro —trece monedas como promesa de prosperidad— y finalmente se firmó el acta. Fue entonces que ocurrió el gesto que muchos recordaron como funesto: al escribir su nombre completo, “Marie Antoinette Josepha Jeanne”, la tinta se corrió. Un borrón manchó el papel. No faltaron quienes creyeron ver ahí su trágico destino.

El banquete fue descomunal. Más de cuarenta platos desfilaron por las mesas, desde platos de caza hasta postres elaborados en azúcar tallada. Los jardines se encendieron con antorchas. Se abrieron los salones de juego y la Galería de los Espejos se transformó en un casino, donde María Antonieta descubrió su pasatiempo favorito: el lansquenet, un juego de naipes. En sus ojos brillaba la curiosidad de una niña. Tenía apenas catorce años, pero la corte ya hablaba de ella como una mujer con poder. Incluso el propio Luis XV quedó cautivado por su elegancia y simpatía.

El día debía culminar con un espectáculo de fuegos artificiales en los jardines del palacio. Pero la tormenta llegó sin anunciarse. Una tormenta violenta y repentina arrasó con las estructuras, apagó antorchas, suspendió el espectáculo. París esperaba con ansias ese broche de oro, pero solo recibió oscuridad y lluvia.

Una noche sin noticias

La noche nupcial fue una ceremonia en sí misma. La corte entera acompañó a la pareja hasta el dormitorio. El arzobispo bendijo el lecho. El rey Luis XV le entregó la camisa de dormir a su nieto. La duquesa de Chartres hizo lo mismo con la delfina. Se cerraron las cortinas del baldaquino. Silencio.

A la mañana siguiente, el delfín escribió en su diario una sola palabra: “Nada”.

La noticia corrió como pólvora por Versalles, cruzó París, llegó a Viena.

“Tené paciencia”, le escribió su madre.

Durante largos siete años no hubo consumación. Se sospechaba de la timidez, de la falta de deseo, de la inexperiencia. Nadie se atrevía a decirlo en voz alta, pero toda Europa lo comentaba.

El 30 de mayo, dos semanas después de la boda, se celebró en París una fiesta pública de cierre, con fuegos artificiales organizados en la plaza de la Concordia, entonces llamada plaza Luis XV. Miles acudieron al lugar. Familias, trabajadores, vendedores, mujeres con niños en brazos. La multitud esperaba un espectáculo majestuoso, pero algo falló. Un estallido extemporáneo provocó una estampida. Las maderas ardieron. Murieron al menos 130 personas, aunque algunas fuentes contabilizaron más. Cuerpos quemados, pisoteados, desaparecidos entre el humo.

La celebración de la nueva reina terminó ensombrecida por las vidas que se cobró la tragedia.

Aquel incidente, minimizado por la corte, fue el primer síntoma del abismo que crecía entre la opulencia de Versalles y el pueblo llano. Y aunque María Antonieta no tuvo ninguna responsabilidad directa, su nombre ya estaba ligado a un festejo manchado de sangre.

Frivolidad y juegos en el jardín

Durante años, lo que no ocurrió en la alcoba nupcial se compensó con una vida cortesana poblada de distracciones. María Antonieta, sin hijos ni funciones políticas, encontró en la rutina palaciega de Versalles una válvula de escape. A falta de intimidad con su esposo, cultivó un círculo de amistades cercanas y convirtió los espacios de la corte en escenarios de diversión.

La joven delfina se entregó a los juegos, a la música y a las excentricidades de la moda. Pasaba horas construyendo su tocado, un entramado complejo y voluminoso. Tan exagerado, que su propio hermano José, emperador de Austria, lo criticó sin diplomacia:

“Demasiado ligero para sostener una corona”, sentenció.

Los días transcurrían entre la práctica del arpa, su instrumento predilecto, y largas sesiones de juegos con sus damas, sus cuñados y sus amigos íntimos. El conde de Artois, hermano del delfín, se volvió un compañero inseparable. Cada día le organizaba nuevas actividades: mascaradas, conciertos, bailes o cualquier forma de entretenimiento que hiciera olvidar la tensión que crecía en torno a su imagen.

La Galería de los Espejos, donde había dado el “sí” ceremonial, fue reconvertida en casino. Fue allí donde María Antonieta descubrió el lansquenet, un juego de cartas que se volvería su predilecto. Lo aprendió durante el banquete nupcial y desde entonces fue parte habitual de sus tardes. No era la única que participaba. Se formó a su alrededor una pequeña camarilla que, aprovechando su gusto por la diversión, supo ganarse su favor y posición, aun a costa de socavar su figura pública.

Sin haber consumado aún su matrimonio, pero con la corte girando a su alrededor, la futura reina era vista como un símbolo de renovación. Sin embargo, el tiempo empezó a jugar en su contra. No llegaban los hijos, el trono aún no era suyo, y mientras tanto, su imagen comenzaba a precipitarse por su frivolidad, derroche y vida demasiado festiva.

El fin de Luis XV y el miedo al poder

Aunque en vida lo llamaron le Bien-Aimé, “el Amado”, el rey Luis XV llegó a su fin en soledad.

Todo comenzó el 26 de abril de 1774, cuando el monarca visitó el Petit Trianon acompañado por madame Du Barry, su última amante. Al día siguiente, despertó con dolores, pero, obstinado, insistió en salir a cazar. Esa noche, sintiéndose mal, se acostó sin cenar. A la mañana siguiente su estado empeoró.

Aquel hombre de 64 años, tras 59 de reinado, fue trasladado a Versalles con un pretexto:—Versalles es el lugar para estar enfermo —ordenó.

Lo instalaron en su dormitorio, pero no en la cama real, sino en una cama de campaña, rodeado de una multitud de médicos y especialistas que debatían sobre diagnósticos y tratamientos mientras el tiempo se deslizaba por las baldosas del palacio.

El rey tenía viruela, la enfermedad infecciosa que había diezmado generaciones. No la había contraído antes, y por eso no tenía defensas. La familia real fue mantenida a distancia. Algunos cortesanos, paradójicamente, se tranquilizaron al oír el diagnóstico: al fin y al cabo, la viruela era conocida. Muchos confiaban en que sobreviviría. Pero no todos.

El 1 de mayo su estado parecía estable. Le extraían pus del cuerpo y de la cara, y hubo cierta mejora. Pero no duró. El 8 de mayo, la enfermedad entró en fase decisiva. La fiebre volvió con más fuerza. El pulso se aceleró. El rey deliraba. Las pústulas, primero blandas, comenzaron a secarse. Su rostro ennegreció. Los granos secos y las costras se expandieron por la garganta, le impidieron tragar. Ya no se podía hablar de recuperación.

El 9 de mayo, al comprobar el agravamiento, se llamó al confesor y al limosnero real. Le administraron la extremaunción. Se le ofreció un remedio definitivo, pero sin esperanza.

El 10 de mayo por la mañana, Luis XV estaba inmóvil. Aún estaba consciente. A las 11 entró en agonía, y a las 3:15 de la tarde, murió. En su habitación, solo quedaba el hedor de la viruela y el silencio de los que no se atrevieron a acercarse.

Al confirmarse su muerte, los cortesanos irrumpieron en la Galería de los Espejos gritando “¡Viva el Rey!”. El protocolo dictaba la rapidez. Sin duelo. Sin espera. El poder debía continuar.

Luis XVI, ahora rey, estaba en sus aposentos de la planta baja junto a María Antonieta. Al recibir la noticia, se abrazaron, se arrodillaron, y dijeron en voz baja:

—Dios mío, guíanos y protégenos; somos demasiado jóvenes para ascender al trono.

Tenían 20 y 19 años.

Ese momento marcó el inicio del último reinado de Versalles.

La llegada de los herederos

La correspondencia con su madre es reveladora. La emperatriz María Teresa, que seguía cada paso desde Viena, percibía el vacío de poder en que su hija flotaba. Le advertía con insistencia, aunque sin escándalo. En esas cartas se intuía que, pese a todo, entre María Antonieta y Luis XVI existía una simpatía, una afinidad, pero sin consumación.

—Será necesario azotarle como se hace con los asnos —escribiría sobre el rey, al enterarse de los problemas sexuales de la pareja.

José viajó a París en 1777. Habló con su cuñado. Médicos intervinieron. En julio, María Antonieta escribió:

—Desde hace ocho días mi matrimonio ha sido perfectamente consumado.

En diciembre de 1778 nació María Teresa, su primera hija. Luego vendrían Luis José, Luis Carlos y Sofía. La alianza franco-austríaca se había asegurado su continuidad.

Pero ya era tarde. La corte había formado su opinión. Y el pueblo también.

Los rumores sobre los excesos de María Antonieta, su falta de decoro, su despilfarro mientras el pueblo pasaba hambre, comenzaron a crecer como una marea que, pocos años más tarde, no tendría retorno. Se había ganado la antipatía del pueblo y varios motes como Madame Déficit y la “perra austríaca”.

Algunos creen que su actitud ayudó a agitar la Revolución Francesa. Otros historiadores tienen una mirada más benévola sobre su figura. Lo cierto es que tras la ejecución del rey, su final, a los 37 años, fue desgarrador. No le permitieron despedirse de sus pequeños hijos encarcelados antes de colocar su cuello en la guillotina. Su hijo mayor había muerto de tuberculosis a los 7 años y la menor no había superado el año de vida. Luis Carlos murió encarcelado a los 10 años y la única que sobrevivió y llegó a la edad adulta fue María Teresa.


miércoles, 14 de mayo de 2025

0930: José “Pepe” Mujica

José “Pepe” Mujica, ex presidente de Uruguay, murió este martes a los 89 años, dejando una huella indeleble en la política latinoamericana.

Reconocido por su estilo directo y su postura crítica hacia los sistemas de poder establecidos, Mujica fue una figura que, a lo largo de su vida, generó tanto admiración como controversia.

A continuación, se repasan algunas de sus frases más recordadas, que, más allá de su contexto político, siguen siendo un punto de referencia en las conversaciones sobre los problemas y desafíos del mundo actual.

Ecología y política

Una de las constantes preocupaciones de Mujica fue la crisis ambiental, que no solo atribuía a la degradación del medio ambiente, sino también al sistema político y económico que la propiciaba. En su intervención en la Cumbre de la ONU Rio+20, el 20 de junio de 2012, expresó: “La gran crisis no es ecológica, es política (...). Tenemos que darnos cuenta de que la crisis del agua y de la agresión al medio ambiente no es la causa. La causa es el modelo de civilización que hemos montado. Y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir”.


Aborto y matrimonio igualitario

“Aplicamos un principio muy simple: reconocer los hechos. El aborto es viejo como el mundo (...) El matrimonio gay, por favor, es más viejo que el mundo”.


9 de marzo de 2014, entrevista con el diario brasileño O Globo.


Utopía

Mujica siempre fue un soñador, y uno de los pilares de su pensamiento político fue la utopía. Durante su intervención ante la Asamblea General de la ONU, el 24 de septiembre de 2013, Mujica reflexionó sobre su propia historia personal, marcada por la lucha ideológica de su juventud y las lecciones aprendidas con el paso del tiempo: “Mi historia personal: la de un muchacho (...) que como otros quiso cambiar su época, su mundo, el sueño de una sociedad libertaria y sin clases. Mis errores son en parte hijos de mi tiempo. Obviamente, los asumo. Pero hay veces que me grito con nostalgia: ‘¡Quién tuviera la fuerza de cuando éramos capaces de abrevar tanta utopía!’”


Consumismo

Una de las críticas más incisivas de Mujica al sistema capitalista fue su ataque al consumismo desenfrenado. El 24 de septiembre de 2013, también ante la ONU, habló sobre los efectos destructivos de una vida centrada en el consumo y la alienación:

“Arrasamos las selvas verdaderas e implantamos selvas anónimas de cemento. Enfrentamos al sedentarismo con caminadores; al insomnio, con pastillas; a la soledad, con electrónica. ¿Es que somos felices alejados de lo eterno humano? Cabe hacerse esta pregunta. Aturdidos, huimos de nuestra biología, que defiende la vida por la vida misma como causa superior, y la suplantamos por el consumismo funcional a la acumulación”.


La felicidad

Para Mujica, la felicidad no dependía de lo material. En una entrevista del 28 de octubre de 2014, destacó la importancia de la paz interior, especialmente al recordar su tiempo en prisión, cuando el concepto de felicidad adquirió un nuevo significado: “Viví muchos años en soledad en un calabozo. Hubo noches que cuando me ponían un colchón estaba contento. Repensé todo. Y la felicidad si no la llevás adentro y no la tenés con poco, no la tenés con nada.”


Marihuana

“La marihuana es una adicción peligrosa y, como cualquier adicción, no es buena. No acepto eso que se dice que es mejor que el tabaco. Hay que construirle barreras culturales y sin misterio”.

1 de agosto de 2013, audición radial “Habla el presidente”.

La tesis central es arrebatarle el mercado al narcotráfico y tratar de identificar un público que consume, y que es clandestino, para no dejárselo al narcotráfico. Y que cuando detectemos que ese público se está pasando de la raya, poder atenderlo como enfermo”.

25 de septiembre de 2013, declaraciones a la prensa tras reunirse con el empresario estadounidense David Rockefeller, con quien dialogó sobre el objetivo de la regulación de la marihuana en Uruguay.


La parca

Mujica fue siempre un hombre que habló con franqueza sobre la muerte, sabiendo que el ciclo de la vida es inevitable. En su última rueda de prensa, el 29 de abril de 2024, cuando le diagnosticaron un tumor en el esófago, expresó:

“En mi vida más de una vez anduvo la Parca rondando el catre, pero me siguió pastoreando todos estos años (...) Esta vez me parece que viene con la guadaña en ristre y veremos lo que pasa. Mientras tanto, mientras pueda, voy a seguir militando con mis compañeros, fiel a mi manera de pensar y entretenido con mis verduras, con mis gallinas, porque no se cambia de matungo (caballo en mal estado físico) al final del río, siempre he sido un terrón con patas y amo la tierra. Y mientras el rollo aguante, voy a estar.”


“La vieja y el tuerto”

Uno de los momentos más controversiales de Mujica fue cuando, en una conversación privada que se transmitió accidentalmente, se refirió de manera despectiva a Cristina Fernández de Kirchner, ex presidenta de Argentina, con quien mantenía diferencias políticas. Dijo:

“Esa vieja es peor que el tuerto. El tuerto era más político, esta es más terca.”


“Largar el pastel”

“Ahí está la vieja Kirchner en la Argentina, al frente del peronismo. En lugar de ponerse de vieja consejera y dejar nuevas generaciones, no, está jodiendo ahí. ¡Cómo les cuesta largar el pastel! ¡Que lo parió!”.

29 de noviembre de 2024, en entrevista con la AFP y hablando de Cristina Kirchner, dos veces presidenta de Argentina (2007-2015).


José Mujica, más allá de sus frases y discursos, dejó un legado político que marcó a Uruguay y al mundo. Desde su crítica al consumismo y la pobreza estructural, hasta su lucha por los derechos humanos y su defensa de los valores republicanos, Mujica siempre estuvo dispuesto a confrontar el poder establecido.


Su vida y su obra seguirán siendo un referente para generaciones futuras que busquen un mundo más justo, más humano y más consciente de las realidades sociales y económicas que nos rodean.


Su legado está marcado por la coherencia entre sus palabras y acciones. Mujica vivió como predicaba, y eso le otorga un lugar destacado en la historia política latinoamericana.


martes, 13 de mayo de 2025

0929: ¿Jesus de Nazareth sabía de la existencia de América y sus nativos?

¡Vaya por Dios! Otro al que se le ha ocurrido hacer preguntitas. 

No ganamos para leña.

Eso mismo (más o menos) se preguntó en el siglo XIII el teólogo Gauthier de Montfauçon (nombre premonitorio donde los haya).

El razonamiento de este benedictino con demasiado tiempo libre (su caligrafía era espantosa, así que lo habían sacado del scriptorium y hacía el vago en el huerto), se puede resumir así: si, y sólo si existiesen tierras pobladas más allá de la Mar Océana, tal y como puede deducirse de la descripción de Gerodoto de un extraño animal con el cuerpo cubierto de plumas, mas sin alas y el enorme pico situado sobre la cabeza y no en la cara, entonces no habría forma de que Jesús de Nazaret lo ignorase. 

Jesús de Jericó sí, porque no era más que un samaritano, y tonto por añadidura. 

Pero el de Nazaret no. ¿Por qué? 

Porque, según deducía este animal de bellota, y dado que, después del soviético Elías, protagonizó el primer viaje espacial de la historia del Mundo Libre, no hubiese podido dejar de ver, desde la altura, una masa de tierra tan grande como la que describe Herodoto.

El abad le mandó llamar y le preguntó si, en su opinión, en la opinión de un burro piojoso de dos patas, Jesús permitiría, conscientemente, que unos bestiajos feos de narices anduviese por ahí comiéndose a sus vecinos y paseádose con las napias aplastadas con una piedra y un cuchillo de obsidiana atravesándoles esos morros de cerdo trufero.

Ya hemos insinuado que el amigo Gauthier no era demasiado listo, así que contestó que sí. Que sí a todo.

Entregado a la Santa Inquisición, confeso de tres delitos de sodomía con Belzebú, herejía y profanación.

Ésta, al no lograr una plena y satisfactoria retractación de ese maléfico subnornal, lo entregó al brazo secular.

Y ésa es la parte más divertida de la historia del tonto éste. 

Al serle mostrado el lugar de su futura ejecución, como último intento de salvar su alma, y demostrando de nuevo que era un retrasado mental de la peor especie, ofreció retractarse totalmente siempre que se le enviase a su Montfauçon natal, en París. 

Su petición fue aceptada de inmediato con amplias sonrisas, que él atribuyó a la alegría por haber salvado el cuerpo de su hermano en Cristo.

Reiteramos que se trataba de un gilipollas integral. 

En el tiempo que se había pasado en el convento, el preboste de París habia hecho construir un gran patíbulo en Montfauçon.

Patíbulo que, más tarde, sería empleado para quitar de en medio a un montón de templarios y a otros dos mongoles de estirpe: los hermanos Aunay. Éstos no tuvieron la suerte del monje y no fueron quemados, sino enrodados, castrados, decapitados y ahorcados (sicut y en ese orden)

 

viernes, 9 de mayo de 2025

0928: HÁBITOS QUE AUNQUE NO LO CREAS VIENEN DE TIEMPOS PREHISPÁNICOS

 PRIMERO Bañarse dos veces al día  

Cuando los españoles llegaron a nuestro continente, quedaron impactados al ver que la población era extremadamente limpia. No solo se bañaban dos veces al día en ríos y arroyos, ¡también cada casa contaba con un temazcal (una sauna prehispánica)!  Este ritual formaba parte de su rutina diaria de higiene, algo que contrastaba mucho con las costumbres europeas, donde apenas se bañaban. 

SEGUNDO Lavarse los dientes después de cada comida  

Los nativos americanos siempre dieron gran importancia al cuidado dental. Utilizaban una mezcla de miel y cenizas de tortilla, ya que la miel es antibacteriana y las cenizas actuaban como pulidor natural.  Los españoles quedaron sorprendidos al notar las blancas y perfectas sonrisas de los indígenas, quienes además conservaban sus dientes hasta la vejez. 

TERCERO Llamar "escuincles" a los niños  

El término escuincles proviene del xoloitzcuintle, una raza de perro mexicana. Estos perritos eran inquietos, juguetones y protectores, características que se asemejan mucho a los niños pequeños. Así nació esta cariñosa comparación que todavía usamos. 

CUARTO Comer raspados  

El gran Moctezuma II ordenaba traer nieve desde el volcán Popocatépetl para preparar un manjar con jarabe de frutas, flores y miel. Este postre era tan exclusivo que solo la nobleza podía disfrutarlo. Hoy, los raspados están al alcance de todos y siguen siendo un lujo refrescante. 

QUINTO Hablar en diminutivo  

Los pueblos originarios usaban diminutivos para expresar cariño hacia los niños, con apodos tiernos como cocoton (migajita en náhuatl) o nishi (pequeño en hñahñu).  Esta costumbre ha sobrevivido hasta nuestros días y la usamos constantemente, no solo con los niños, sino en nuestro lenguaje cotidiano. ¡Ahorita ya sabes de dónde viene! 

SEXTO Beber agua de frutas  

La gran variedad de frutas en México sorprendió a los europeos. Aquí no solo se comían, también se mezclaban con agua o miel para crear bebidas deliciosas y naturales.  Esta costumbre sigue siendo una de nuestras favoritas y más refrescantes. 

SÉPTIMO Comer tortilla y picante   

Los mexicanos no podemos pasar un día sin nuestra tortilla o algo picante. Este hábito viene de nuestros ancestros, y aunque la llegada de nuevos ingredientes enriqueció nuestra cocina, la esencia de nuestra comida no ha cambiado. Creéme, la historia de nuestro pueblo se puede contar a través de la tortilla y el picante. 

OCTAVO Hacerse tatuajes  

En tiempos prehispánicos, los tatuajes eran símbolos de valentía y contaban historias o hazañas. Se hacían con espinas de cactus y eran motivo de orgullo. Aunque la Iglesia intentó prohibirlos, hoy seguimos honrando esta tradición llevando arte e historias en nuestra piel.