38: Jamás de los jamases

Jamás de los jamases, usted le diga: Hoy te toca pagar, Toda mujer quiere ser moderna y dividir los gastos. Las mujeres quieren ser modernas, más que no las empujen al modernismo.


Jamás de los jamases, pregúntele si engordo (al menos que sea súper flaca y este loca por engordar), al inquirir sobre su sobrepeso usted está criando un trauma en su adorable pareja que ni cien sicólogos lograrán salvar.


Jamás de los jamases, elogie a otra mujer, menos aún si la otra es la amiga íntima de su pareja. Nunca la elogie porque su pareja ¡jamás! lo olvidará y en la primera disputa sacará el tema al tapete.


Jamás de los jamases, pregúntele señalando si esas cosas que se ven son estrías. El hombre bien hombre no sabe nada de estrías y celulitis y por lo tanto jamás habla de esas cosas.


Jamás de los jamases, pregúntele si esa blusa es la misma que la del otro día. Las mujeres en general odian usar una prenda dos veces en la misma quincena.


Jamás de los jamases dígale que no tiene ganas de tener sexo. Las mujeres ven a los hombres como animales sin voluntad propia dominados por sus penes en un cien por ciento. Si usted se niega inmediatamente ella pensará que tiene otra o que está armando una excusa para abandonarla. Por lo tanto hay que sacrificarse o inventar una creíble excusa.


Jamás de los jamases recuerde a su ex. Nunca la nombre, ni comente los platillos exóticos y maravillosos que preparaba. Pues las mujeres nunca entenderán que usted vivía antes de estar con ella.


Jamás de los jamases pregúntele si la puede besar. Bésela al despedirse, a las mujeres les agrada un hombre seguro y firme. Nunca pida un beso porque en un noventa por ciento la respuesta será: No.


Jamás de los jamases dígale que prefiere quedarse en casa mirando el futbol en la tele que salir a dar un paseo con ella por el centro. Ellas jamás comprenderán la importancia que tiene para usted el ver el partido de la liga europea. Invente una buena excusa, como que tiene diarrea, que no tiene dinero o la clásica que ellas utilizan: que le duele la cabeza.


Jamás de los jamases, comente sobre anécdotas familiares, ella tomará eso como una invitación a una relación más seria.


Jamás de los jamases, llévela al círculo social que frecuenta, ni le presente a sus vecinos, así cuando termine su relación se verá libre completamente de ella.


Jamás de los jamases, háblele de su pasado ni de su futuro ni de su presente, tampoco indague sobre ella. ¡Viva el momento!


Jamás de los jamases háblele de lo maravilloso que es usted y que hacen una pareja increíble y que si tuvieran hijos ellos serian la admiración del mundo. Ella puede creerle y luego la decepción será enorme cuando nazcan los renacuajos.