No sea usted de esos hombres de la calle que le doran la pildora a encantadoras mujeres hablando mal de otros hombres de la calle.
Son aquellos, que le dicen a la pareja del otro:
* Yo por usted me mataría trabajando;
* Nunca la dejaría sola;
* No sé, como usted le perdona sus infidelidades;
* ¿Sabía usted que él es casado?;
* Dicen que tiene tres hijos.
Y un montón más de verdades, despertando e incitando ideas de revancha y ellos se ofrecen para coronar al infidelísimo.
Usted hombre bien plantado de 1.60 no necesita utilizar esas malas artes, su apostura, su perfección, su caminar tigresco, su retozo y esa pelambrera que no acepta peine lo dicen todo.
Usted con solo mirarla la conquista (no necesita ni siquiera guiñar), reitero usted no necesita platicar, su peculiaridad lo dice todo y una mujer inteligente sabra fehacientemente reconocerlo.
Es evidente que esas frases consiguen lo opuesto de una dama que lo que uno pretende. Por las sencillas razones de que se refutan a sí mismas:
ResponderEliminar–Yo por usted me mataría trabajando.
–¿Y cuándo me va a hacer compañía?
–Nunca la dejaría sola.
–Hágalo de vez en cuando, si no quiere que lo deje solo yo.
–No sé, cómo usted le perdona sus infidelidades.
–No se las perdono, mi abogado se lo va a echar en cara cuando terminemos de pagar la hipoteca.
–¿Sabía usted que él es casado?
–¿Sabía usted que si él fuera soltero no entendería que soy una mujer felizmente casada?
–Dicen que tiene tres hijos.
–¡Qué bueno! ¡No me pedirá volver a embarazarme!
Por otro lado… ¿tan poco nos valoramos que intentamos ser comparados con quien creemos que es un gusano? …la respuesta es, claramente, un sí.
Un abrazo,
D.
Por aquí no hay de esos al menos no he reconocido a ninguno, je.
ResponderEliminarhay tanta gente sin autoestima que, la verdad, da pena!!
ResponderEliminarsaludos
Esas frases tal vez sirvan, tal vez no...en definitiva la mujer será quien elija con cuál quedarse, ¿o no?
ResponderEliminarUn beso
Cada mujer sabe lo que necesita y precisa. Cuando nos hablan de esa manera, lo único que sentimos es desconfianza del que las interpreta..
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay algo muy cierto, las mujeres no son tontas, fingen serlo para justificar esas acciones.
ResponderEliminarA menos he conocido a muchas asi.