Recibí dos e-mail furibundamente apocalípticos donde me tachan de incircunciso al mostrarme ambivalente en mis apologías de la amistad; pues, ellos dicen, que por un lado digo algo y por el otro lado lo niego.
Amplían su crítica mordaz ejemplificando que no existe mejor prueba de la existencia de la amistad el que mis fans sacrifiquen sus culos por mí.
Yo ya sabía que al final tendría que llegar al pugilato sapiencial con algunas personas al ser franco y veraz y hoy la complacencia ha llegado al punto culminante no quedando más remedio que entrar al ring.
Pienso que lo del culo de mis fans no puede ser discutido así por así, pues no hay que olvidar ese dicho que dice: “caras vemos, de culitos no sabemos” en ese entendido sobre este tópico no haré ningún comentario, allá ella con sus gustitos.
Lo que me estriñe de sobre manera es el pobre conocimiento de la naturaleza humana que muestran mis apologéticos. La historia nos ha mostrado a lo largo de los siglos que multitudes de personas actúan a favor de otra sin que medie la amistad y ni siquiera el saludo. [¿Será por eso, que tantos imbéciles llegan a los gobiernos?]
Las mas excelsas muestras de amistad las vemos cada día en las bodas que se celebran en nuestras ciudades, ¿acaso no critican el vestido de la madre de la novia? ¿Acaso no beben la sidra como si fuese champan francés? ¿Acaso no intentan seducir al novio? Y jamás ustedes regalan un bien necesario.
Lo que no entienden mis críticos es que existimos algunas personas, que inspiramos un no sé qué, que no se que hace que ellas hagan lo que jamás pensaron hacer por esas algunas personas como nosotros.
Unas hablan de carisma, otras de esplendor, también de magnetismo y de esos ojos tristes que las seduce llevándolas al paraíso.
Yo no sé lo que tengo, y lo que no tengo tal vez nunca lo tenga, pero aun no teniéndolo estoy seguro que los que tampoco lo tienen se preocupan (como mis juzgadores), pues ellos saben que jamás lo tendrán, y por eso esa monserga pensando en lo que no tienen y se mueren de envidia por tenerlo.
Con esto pongo punto final al tema. Si los que tienen y se sienten contentos con ellos ¡¡allá ellos!! ¡Cada loco con su tema! Pero a todos aquellos que reniegan de ellos y ellos creen que están de acuerdo conmigo, les digo: “aunque tengas que enfrentarte al toro, no es necesario tocarle las pelotas”
Esto de las relaciones humanas puede llegar a ser más complicado de lo que creemos.
ResponderEliminarMuá.
Se ha metido en un jardín lleno de ortigas, tenga cuidado
ResponderEliminarEn realidad, en las relaciones humanas hay de todo y para todos los gustos y necesidades...
ResponderEliminar¡Somos tan complicados e impredecibles los humanos!!...
Un beso
Yo concluiría con que debe entenderse por amistad más o menos lo que uno desee... a veces no es más que una comunión pasajera de intereses.
ResponderEliminarUn abrazo, mi amigo.
D.
Mmmmm.. dificil tema porque quieren..si tan solo dejaran la amistad como algo simple..
ResponderEliminarJajajajaja, disfruto al leer tus entradas, ingeniosas siempre, ...conclusiones me las guardo, no soy de polémicas, me encanta leerte y punto. Un abrazo llenito de libertad de expresión pero siempre con calidad y elegancia.
ResponderEliminarConclusión: Cada chango a su mecate y se acabó, TAN TAN.
ResponderEliminarBeso.