lunes, 15 de agosto de 2011

132: La guerra de los Orgasmos Lección X

Así pues, una mujer perece si no está bien dotada, si no aprendió lo que estas páginas enseñan o si no tiene dinero.

Sólo cuando conoces cada detalle de la condición del cojonudo puedes maniobrar y guerrear.

Por consiguiente, una pasión arrolladora se usa según la estrategia prevista, se moviliza mediante la esperanza de recompensa, y se adapta mediante la división y la combinación.

Una pasión táctica se establece mediante la estrategia en el sentido de que distraes al cojonudo para que no pueda conocer cuál es tu situación real y no pueda imponer su supremacía. Se moviliza mediante la esperanza de recompensa, en el sentido de que entra en acción cuando ve la posibilidad de obtener un orgasmo. Dividir y volver a hacer combinaciones de posiciones se hace para confundir al adversario y observar cómo reacciona frente a ti; de esta manera puedes adaptarte para obtener lo que buscas.

La regla general de las posiciones es desproveer de sentimientos al hombre todo lo que se pueda. Actúa después de haber hecho una estimación de su habilidad.

Un inexistente libro que trata de estos asuntos dice: "Las palabras no son escuchadas, para eso están los manos y los muslos. Las caderas y las tetas se hacen a causa de la ausencia de visibilidad."

Muslos, manos, caderas y tetas se utilizan para concentrar y unificar los oídos y los ojos de los hombres. Una vez que están unificados, el valiente no puede actuar solo, ni el tímido puede retirarse: ésta es la regla general del buen empleo de ellas.

Unificar los oídos y los ojos de los hombres significa hacer que miren y escuchen al unísono de manera que no caigan en la confusión y el desorden. Estas señales se utilizan para indicar direcciones e impedir que los individuos vayan a donde se les antoje.

Utiliza muchas señales para confundir las percepciones del hombre y hacerle temer tu temible poder sexual.

De esta forma, haces desaparecer la energía de sus cuerpos y desmoralizas a sus genitales.

En primer lugar, has de ser capaz de mantenerte firme en tu propio corazón; sólo entonces puedes desmoralizar a los genitales enemigos. Por esto, la tradición afirma que las mujeres de otros tiempos tenían la firmeza para desmoralizar, y la antigua ley de las que conducían decía: que cuando la mente original es firme, la energía fresca es victoriosa.

De este modo, la energía de la mañana está llena de ardor, la del mediodía decae y la energía de la noche se retira; en consecuencia, las expertas en el manejo de las ganas prefieren la energía entusiasta, atacan la decadente y la que se bate en retirada. Son ellas las que dominan la energía.

Dominar la fuerza es esperar a los que vienen de lejos, aguardar con toda comodidad a los que se han fatigado, y con el pipi saciado a los hambrientos de sexo

No persigas a los hombres cuando finjan una retirada, ni ataques varones inexpertos.

Si los varones huyen de repente antes de agotar su energía, seguramente hay amigas tuyas emboscadas esperándolos; en este caso, debes retener a tus genitales para que no se lancen en su persecución.

No presiones a un hombre desesperado, un animal agotado seguirá luchando, pues esa es la ley de la naturaleza.

Estas son las leyes de las operaciones sexuales.

4 comentarios:

  1. Esta lección me pareció un poco confusa, creo que pasaré de chiripa la materia de orgasmos, ¿Eso es malo verdad?

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  2. Me voy a reevaular, porque dinero justo y no termina de quedarseme toda la teoría, con una 110 va una bien dotada?

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  3. Ya, es decir que el cavernícola no ha evolucionado para grandeza de las féminas, que lo controlan con muslos, tetas y caderas, de esa forma no piensan, sólo actúan...mmm; pero les gusta esa suerte de locura , ¿cómo se lo han pasado milenios sin podernos evitar?.
    Un abrazo.

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  4. El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen.


    Besos

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