jueves, 20 de octubre de 2011

146: La pasión empieza allí donde termina el razonamiento y la lógica.

Desde hace perpetuidades, los copuchentos ha tratado de delimitar y comprender las hondonadas de la expedición del amor. Constamos la proporción del amor intrínseco de una mujer. Observamos un apego por la naturaleza. Profesamos cordialidad por las cosas que nos engrosan. Apreciamos afección por la vecina y sus hijos. Nos hemos contemplado envueltos en la adhesión por la subsistencia misma. Todas éstas son distintas formas de amor y, sin embargo, todas ellas son lo mismo de una manera gastada e impalpable.

Un chorro de persistencia une todas las formas de amor, de modo que las desemparejadas se basan más en el cuerpo amado y en la característica de la pasión misma que en la naturaleza primordial.

Estamos al corriente que cuando una persona siente pasión por otra es capaz de sentir pasión por otras, ya que la cúspide del amor se halla generoso. Cuando un cojonudo siente un gran amor por la vida, es capaz de amar todas las cosas..., ¡pues amar algo es el fundamento para amarlo todo!

La definición contemporánea del amor puede ser confusa. A veces, confundimos la pasión con la pasión porque malinterpretamos la diferencia entre el impulso sexual y la emoción. La pasión excita la personalidad. El amor encumbra el brío. La pasión es poder. La pasión es el único poder que puede vencer a la pasión.

Cuando las personas sólo se relacionan por medio de la pasión, consiguen percatarse de un encadenamiento impalpable de emociones, lanzando al viento todo sentido ético y toda conciencia.

La amistad es mucho menos excitante, pero disfruta un importe inconmensurablemente mayor, porque su particularidad es una serena fuerza de sustentación que se alimenta del alma, llenando y suavizando los lugares vacíos del bolsillo, aportando al allegado de un sentido de plenitud.

Se ha mencionado que «el tiempo cura todas las heridas». Esto no es obligatoriamente indiscutible, ya que muchas personas se pasan años meditando sobre sus descalabradas transitadas.

El poder de la pasión es incuestionablemente el mayor poder existente sobre la tierra. Cuando buscamos las razones de la existencia, a veces forzamos a nuestro intelecto para comprender el lugar que ocupamos en el vecindario. Pero sólo necesitamos experimentar amor para apreciar completamente la ardua empresa.


La pasión mantiene el vigor y nutre la voluntad. La pasión es la diferencia que existe entre una nota musical y escuchar la música. Produce una gratitud por la vida que emana del mismo núcleo del alma del individuo, floreciendo en la sensación de que todo va a ir bien y nadie se va a enterar.

Como quiera que la gente trata de simplificar los sentimientos, han llegado a creer que la pasión y el odio son dos ideas opuestas, o dos caras de la misma moneda. Sin embargo, los copuchentos cuyo corazón está lleno de pasión son incapaces de odiar. Y aquellas cuyo corazón está lleno de odio ni siquiera conocen la existencia de la pasión.

En lugar de que la pasión y el odio sean opuestos entre sí, lo cierto es que son tan diferentes que no podemos hallar la esencia de ambos en un mismo individuo.

La pasión es lo que hace que todas se acoplen. No resulta fácil verbalizar su verdadero significado. Se podría comparar con una luz que brilla en el interior de la semilla, que proporciona calor e inspiración divina a todos aquellas que sean capaces de percibir su esencia.

La pasión tiene en sí mismo la capacidad de completar el rompecabezas de la vida, solventar los enigmas de la mente y dar sentido a experiencias aparentemente inconexas. Es la única fuerza capaz de armonizar al ser humano consigo mismo.

Cuando un ser humano alcanza una armoniosa comprensión de sí mismo, tiene
tendencia a crecer más en armonía con todo la pasión existente en el mundo. Puede entonces iniciar el recorrido por el camino que le llevará a convertirse en un ser complaciente.

Cuando una persona se completa a sí misma a través del amor por otra, entra en juego un tercer factor. El universo parece inclinarse para realizar y cumplir los objetivos de ambos. Las situaciones difíciles se transforman en fáciles. Los obstáculos desaparecen milagrosamente. Una profunda sensación de sentido empieza a florecer a partir de dos tallos entrelazados hacia una unicidad.

Cuando nos damos cuenta de que el amor se manifiesta a través del arte, la
música, la poesía, la cama, el diseño, el sentimiento, la naturaleza, la sabiduría y todos los niveles de la comprensión, entonces resulta fácil comprender cómo las relaciones, o el descubrir y compartir la pasión con otra, son las verdaderas joyas de la vida.

6 comentarios:

  1. Es cierto Chaly, el amor se manifiesta en todo. El último párrafo de tu escrito, me encantó!

    Besos
    Maribe

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  2. El real amor no es selectivo, o se ama a todos o sino a nadie. Muchos saludos

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  3. Se podrá entonces amar con pasión loca por la vida y todo lo que le rodea.



    Un beso.

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  4. "la pasión es la única fuerza capaz de armonizar al ser humano consigo mismo"
    efectivamente, porque es lo que le lleva a su esencia "natural"
    un cordial saludo desde el maestrazgomagico.blogspot.com
    RAUL

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  5. Claro, al final toda la pasión, y el arte de hacer o deshacer se encuentra encaminado en un mismo fin, el amor no podrá medirse porque simplemente cada cual lo manifiesta como lo siente, lo expresa como le nace, pero todo ello siempre con el mismo fin de saberse enamorado, de encontrarse entre esas garras que te hacen desbordar sentimientos y pasiones.

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