miércoles, 14 de marzo de 2012

188: María se peina. María se lava las manos. Le compré. Se los compré; le puse los zapatos. Se los puse. Le di un premio. Llaman cobarde a María. La llaman cobarde, se lo llaman. Oí a las amigas cantar la canción: un buen filete no requiere de ninguna sazón.

Quédate en tu casa, que yo, en cuanto pueda, vengo a recogerte; mi repertorio es vasto y variado. Ocupa la undécima posición en la clasificación general; mientras las risas se trocan en rebuznos, esta imagen desaparece y la repugnancia que inspiro a mis amantes se troca en atracción.

El telescopio siempre se utiliza montado sobre un trípode y parte del ensueño se trueca en proyecto, no debes asustarte por el aparente trastrueque de valores, durante muchos años después, instintivamente confundirías los tiempos y los rostros, [...] trastrocarías el orden de los acontecimientos y si las proezas trascendían las paredes de la casa y el cura empezaba a indagar, todo el mundo iba a enterarse.

Era como si hasta ese momento yo sólo hubiera conocido el boceto del artista y, de improviso, me tropezara con la obra terminada -¿Acaso repara el desenfrenado en arbitrariedades de procedimiento, ocultación de evidencias, voluble trastoque del hilo argumentativo?- El tiroides estimula la actividad metabólica general; La tiroides tiene un importante papel durante la pubertad. La complejidad, y gravedad, de la situación ha obligado a la ecología a trascender de sus cauces biológicos para convertirse en una ciencia globalizadora.

El trasluz del sol le dibujaba bajo el liviano tejido el bulto de las tetingas, manchas tan débiles y pequeñas que quedan por debajo del umbral de visibilidad. Una tarde dio por fin con la tigresa y la dejó seca de un certero disparo. Él no se atrevió a consolarla, sabiendo que habría sido como consolar una tigra atravesada por una lanza Veo salir [...] a ella [...] brava como una leona y airada como una tigre. Doña Fina retrocede aprisa hasta el otro extremo de la habitación, pero no le da tiempo A salir, Ni siquiera le dio tiempo de quitarse la camisa de dormir. Aún no habían tenido tiempo de cambiarse de ropa. Ahora tendría tiempo para meditar a solas sobre los recientes sucesos, cada vez que se refería a sí misma, la testigo hablaba en tercera persona.

A partir de entonces solíamos también besarnos junto a la ventana, El correo llega tan puntualmente como suele, De este tipo de sueños he solido olvidarme siempre, apenas recobrada la conciencia de la vigilia.

3 comentarios:

  1. La mente obnubilada no me deja leer la mezcla disimbola que veo en tu post. Puede que la tiroides no me trabaje y Maria no lo sepa.


    Besos.

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  2. María no necesita muchos regalos, ni muchas canciones
    María se fue una mañana
    María sin decir nada
    María ya no tiene miedo
    María empieza de nuevo
    María yo te necesito
    María escapó de su grito
    se bebe las calles María...

    Los sueños también se convierten en vigilias, y poco podemos hacer.
    Besos

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  3. Chaly:
    Me hiciste recordar un tango muy bello...

    "María..!
    En las sombras de mi pieza
    es tu paso el que regresa...

    María..!
    Es tu voz, pequeña y triste,
    la del día en que dijiste:
    "Ya no hay nada entre los dos.."

    María..!
    La más mía..! La Lejana..!
    ¡Si volviera otra mañana
    por las calles del adiós..!"


    Yo tampoco recuerdo mis sueños.

    Besos
    María B.

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