lunes, 27 de enero de 2014

330: ¡¡Por las pelotas de satanás, dejadle en paz!!

-Me gustaría hablar con usted un momento. Sé que usted no me conoce, pero yo la conozco a usted.
-Hablemos, pero al contrario de usted; yo a usted no la conozco.
-Estoy embarazada.
-Y usted está segura que es de él.
-Sí, estoy completamente segura y por eso vengo a hablar con usted, para que lo licencie.
-¿Y por qué motivo, debo deshacerme de él?
-Le puso los cuernos.
-Querida mía, estamos en el siglo 21 y esas boberías eran cosa del siglo 19 donde el honor se lavaba con sangre, ahora en estos tiempos ya no existe honor, solo vale el prójimo por su dinero. ¿Y de qué tiempo está usted?
-Tres semanas.
-¡¡Ahhh!!
-Usted hace ocho semanas que está con dolor de cabeza.
-Es que me embarque en unos negocios que hasta la fecha no dan rédito y con esas cosas en la cabeza ¿Quién tiene ganas de coger?
-¡¡Él!!
-Y usted estaba aprovechable ¿verdad?
-Me compadecí de él
-Yo también en su oportunidad me compadecí de él, esos ojos de cordero degollado vencieron mi apocamiento y me malgaste con él. ¿Verdad que es un amor?
-Amoroso
-¿Sabe usted que sigo entrampada por él?
-Yo me encuentro por él, embrollada.
-Bueno querida mía ya que las dos lo seducimos, lo mejor para ambas es que nos olvidemos de este bochorno.
-No estoy completamente de acuerdo.
-Entonces…, hasta luego y que le vaya bonito… que yo me quedo con mi maridito y usted con su… hijito.
-Parece una canción
-Y es una canción que perdurará siempre…

2 comentarios:

  1. Jajaja esto es modernidad, hablando se entiende la gente, cada quien con su cada cual aunque el cual sea el mismo jaja.

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