--- ¡Qué haces aquí! ¿Qué quieres?
---¡¡Te quiero a ti!!
---¡¡¡Estás loca!!!
--- ¡Loquita de amor!, ¡chiflada con ganas!
--- ¡Si tú marido se entera!
--- ¡Él lo sabe!
--- ¿¡Qué!? ¿Te enteraste como tu marido le dejó la cara a Arnulfo?
--- ¡Si lo sé!
--- ¡Tú quieres mi perdición!
---Es que Arnulfo mintió, mintió cuando dijo que me cogió y mi maridito odia a los mentirosos.
--- ¡No entiendo nada!
--- (Bonito, pero estúpido) ¿Es que no entiendes? Mi maridito me conoce y se conoce, él me dio el OK para que venga acá en busca de satisfacción, entretenimiento, diversión, placer, alegría de vivir y en fin un sinnúmero de cosas que nosotras las esposas deseamos y que nuestros esposos viven faltos de fantasías, pues ellos se han abocado a hacerse millonarios, ricos con mansiones de lujo, con automóviles caros y con golpear a insulsos mentirosos.
---Sigo sin entender… pero, ni modo…
¿Cuantas querrían un marido tan sui géneris?
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