Así, sin darme cuenta, sin mediar palabras y sin entender nada, desperté en su cama.
Recuerdo que el día anterior, cuando nos trasladábamos a nuestro destino le agarre la pierna y ella sin mirarme, pero, con firmeza aparto mi mano. El viaje siguió sin novedad. Esa misma noche hubo un bailongo en el pueblo y allí la encontré.
Tres meses después, lo que empieza sin razón, termina por alguna razón.
Años después supe que ella volvió con su peor es nada.
¡Chin! Fuiste uno mas en su vida, peor es nada ¿O no?
ResponderEliminarmuy poetico tu comentario te muestra lo que sos
ResponderEliminary me refiero al comentario que dejaste en Recomenzar
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