domingo, 20 de abril de 2014

350: ELLA ESTABA PASANDO POR UN MAL MOMENTO Y YO ESTA DESCONSOLADAMENTE SOLO Y SE JUNTARON LAS GANAS DE RASCAR Y LA PICAZÓN.

Así, sin darme cuenta, sin mediar palabras y sin entender nada, desperté en su cama.
Recuerdo que el día anterior, cuando nos trasladábamos a nuestro destino le agarre la pierna y ella sin mirarme, pero, con firmeza aparto mi mano. El viaje siguió sin novedad. Esa misma noche hubo un bailongo en el pueblo y allí la encontré.

Tres meses después, lo que empieza sin razón, termina por alguna razón.
Años después supe que ella volvió con su peor es nada.

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