478: Y aunque usted no lo crea, pille cartas de Gustavo a Meoenti

A mí adorada intrincada:
No se cómo decirte lo que opino de ti y, por eso, confío en que esta carta me ayude a expresar todo lo que cargo intrínsecamente. Hace ya un tiempo que invadiste en mi vida y la transformaste de una forma que nunca hubiera conjeturado. Porque nunca antes había sentido esta energía, esta enajenación que me hace necesitarte como a ninguna. Apenas puedo creerme lo agraciado que soy de haberte pillado, justo en el período oportuno, cuando ya creía que no había ninguna mujer almacenada para mí, cuando ya había renunciado al amor y a conllevar mi vida con una casada a la que amo por arriba de todo. Porque te amo por arriba de todo, porque soy idóneo de cualquier cosa por ti y porque creo que te mereces tenerme -obviamente. Por eso voy a intentar con todas mis fuerzas que dures a mi lado, queriéndome como hasta ahora, compartiendo pasiones, hilaridades y técnicas.
Y estoy en condiciones de prometerte mi ardor, porque soy capaz de reinstalar el mundo a tus pieces y soy el primero que se rinde ante ti, ante tu risa y ante tu epidermis. Y quedaré así desarmado sin ninguna intención de menearme de tu lado, porque solo tú puedes negociar este amor. Nadie como tú para guardar mi ánimo y mi esencia entre tus dedos.
Nadie como tú.

Hola amor,
Te escribo en esta carta lo que quiero decirte desde hace tiempo. Quiero decírtelo pero no puedo hacerlo frente a frente porque me enredo en tu mirada, me distraigo con tu pirulo. Y entonces se me olvida decírtelo.
Obvio que quiero hacerlo, porque debes saberlo. Debes saber que soy tan feliz contigo porque me haces reír, porque me haces vibrar, porque me haces cavilar. Soy tan feliz contigo porque cada día noto tu respeto, tu aceptación de mis manías y de mis fantasías y porque no intentas cambiarme. Soy tan feliz contigo porque a tu lado siento, por fin, que constituyo parte de ti, por tu forma de minimizar los problemas, por la culpabilidad que hemos creado y por qué contigo ha empezado a cobrar sentido el “hasta que aguante”
Y sabes que no soy la mejor expresando mis sentimientos, así que voy a intentar decírtelo de la única forma que sé. Sin licencias poéticas, sin metáforas y sin versos con rima, así, cruda y brutalmente te deseo. Y así es como tengo que decírtelo. Eres el segundo hombre de mi vida (s.e.u.o).
Por tu forma de colorear mi vida, por la energía que me das, por las risitas compartidas y por los secretos desvelados, por todo eso eres exclusivo. Y por todo eso y por más te admiro, porque tienes un magno obeso y porque me has enseñado a no temer a marido alguno. No es sólo amor, también es adoración.
Siempre tuya.