No deberíamos juzgar a los demás… pero a veces tenemos que hacerlo. ¿Cómo hacerlo correctamente? ¿Cómo juzgar sin prejuzgar? ¿Es siempre malo juzgar a los demás?
Cuando conoces a alguien, ¿eres de las que en seguida les coloca en una categoría? A unos les catalogas como interesantes, a otros como aburridos. Unos son mentirosos, los otros envidiosos… A ciertas personas les juzgas como buenas, a otras malas. Unos son perezosos, otros trabajadores. Personas inteligentes y otras tantas que claramente parecen estúpidas.
¿Cómo juzgar a los demás sin prejuzgar?
Muchas veces nos guiamos por las apariencias, ¡pero cuántas veces nos hemos equivocado por valorar a alguien por cómo luce a primera vista! Demasiado a menudo, caemos en la trampa de juzgar a una persona demasiado precipitadamente. Porque, ¿de verdad es tan sencillo saber cómo alguien realmente es? ¿Y si te estuvieses equivocando? ¿Y si no todo fuese BLANCO y NEGRO, sino que hubiese cientos de tonos de GRISES…?
Nos resulta más cómodo pensar en blanco y negro, pero en la vida raramente encontraremos una línea marcada.
Todas las personas tienen sus malos momentos (y sus buenos), pero lo que define el carácter de una persona es la frecuencia de aquellos esos momentos.
No te juzgo por juzgar: No me entiendas mal. Es importante juzgar.
No podemos vivir la vida aceptando todo lo que nos dicen, sin más.
No podemos dar por bueno todo lo que vemos, ni por verdadero todo lo que oímos.
Juzgar es nuestra responsabilidad. Juzgar sin caer en prejuicios. Juzgar con sabiduría, con cautela.
Necesitas saber si esa persona que acaba de entrar en tu vida es de fiar.
Antes de abrir tu vida a alguien, has de saber si es una persona honesta, responsable, trabajadora, amable, considerada, compasiva, fiel, pacífica, etc.
No debes abrir las puertas de tu vida, sin más, a cualquier persona que acabas de conocer porque podrías acabar lamentándolo. Sin embargo, tampoco deberíamos cerrarles la puerta sin darles una oportunidad.
¿CÓMO JUZGAR?
Es sencillo. No puedes precipitarte. El ingrediente principal es el TIEMPO.
Necesitas observar, reservando tus opiniones para después, absteniéndote de formar juicios demasiado rápidos.
OBSERVA LO SIGUIENTE:
**Cómo trata a las personas de todas las condiciones, sobre todo a los más débiles.
**Cómo habla de los demás.
**Cómo reacciona ante los desafíos.
**Qué emociones experimenta más: enfado, envidia, crítica, desdén… / alegría, amabilidad, comprensión…
Poco a poco, con el tiempo, podrás hacer un juicio justo de cómo es esa persona. El tiempo nos sorprende a todos, a veces para bien, a veces para mal. Mientras tanto, paciencia y mucha cautela.
Prejuzgar, que mal asunto, de la mano de los prejuicios. Pero siempre hay que dar la oportunidad, aunque a veces la intuición no falla.
ResponderEliminarBesos de neurona dormida.
¿Por qué siempre te diriges a nosotras, Charly????? Qué curioso.
ResponderEliminarBesos.
Claro, hay que conocer bien primero a la persona para poder emitir una opinión sobre ella.....
ResponderEliminarBesos
Partiendo de que no se debe juzgar ni prejuzgar, es curioso todo lo que dices en la entrada.
ResponderEliminarBien, personalmente yo que soy rarita no juzno a nadie. Todos tienen sus motivos y porqués. Solo hay que tener un poco de interés por comprenderlos
ResponderEliminarBesos !!
:)
La verdad absoluta no existe; solamente la de cada cual. Por eso a lo mejor cuando nos dejamos llevar por esa primera impresión, nos solemos equivocar con ese factor que citas: el tiempo. O acertamos... que también ocurre.
ResponderEliminarBesos.
Y algunas personas, aunque se juzguen y las prejuzgues, nunca llegas a dar en el clavo, porque cada día te sorprendente con alguna cosa diferente, y ya no sabe uno a que atenerse.
ResponderEliminarAbrazo Chaly
Pero juzgar así nobtiene nada de divertido. Prácticamente hay que conocer a la persona. Lo entretenido es valorar a alguien con una primera impresión, pero sin señalar con el dedo. Después se ve si uno se equivocó en la apreciación o no.
ResponderEliminarSaludos.