lunes, 15 de abril de 2019

0278: ¡No lo hagas!


Si estás pensando como gran sorpresa llevarla a una playa o darle algo de acción en el ascensor, piénsalo dos veces. Acá te contamos por qué.
Los “venden” como lugares de lo más exóticos y excitantes para tener sexo. Espacios para cumplir fantasías que, en realidad, no lo son tanto.
Hacer el amor en la playa, pleno campo, un ascensor, el baño de un avión o simplemente la mesa de tu cocina son sólo algunos de los escenarios que el cine y las revistas han promocionado como perfectos para el disfrute.
Sin embargo, Gustavo decidió desmitificar esto y, explicarnos por qué, definitivamente, no deberías cumplir estos deseos. ¡Toma nota!

Baño de un avión
Los servicios de los aviones tienen un espacio verdaderamente reducido, lo que juega en contra. “Sobre todo si eres una persona alta o con algo más de peso” Además, el entorno no es el más idílico, “al final es un baño público, con lo que conlleva eso en cuanto a higiene y los olores”. Eso, sumado a las turbulencias.

Mesa, escritorio y demases
Seguro te has imaginado tirando todo lo que está sobre ellos. Pero, tener sexo sobre una de estas superficies no es nada de cómodo. “Por ejemplo, si es la mesa de la cocina habrá que tener cuidado con no escurrirse con el hule, o peor, quedarse pegada en él, la altura también es otro factor: puede dificultar encontrar una postura que permita la penetración y tu pareja puede verse obligada a tener que estar de puntillas”, causando hasta tirones musculares indeseados.

En medio del campo
“Podemos encontrarnos con cardos o pinchos que, aunque disimulados por la manta, acaben clavados en nuestras manos, en la espalda o en cualquier otra parte del cuerpo. Aunque lo más problemático es que acabemos con la picadura de algún insecto en una zona tan sensible como los genitales”.

No al ascensor
De entrada “no es el lugar más idóneo para las relaciones sexuales, ya que no hay un lugar de apoyo estático”. Cristina Callado aseguró que, si tu hombre no tiene brazos fuertes, es muy difícil encontrar posturas cómodas, además de otro limitante: el tiempo. “¿Es posible hacer algo en condiciones solo en el tiempo que dura el trayecto hasta el piso más alto? La opción es estar todo el rato dando a los diferentes botones para ir ganando tiempo, lo que implica que no podamos estar muy concentrados”

Mar y arena
Judith Viudes es positiva al argumentar que “el agua permite probar prácticas diferentes o, al menos, posturas distintas con las que disfrutar la sensación de ingravidez, y sin que el acto sea evidente para todo el mundo”. Sin embargo, “la lubricación vaginal natural se diluye al contacto con el mar e incluso puede desaparecer por completo”, dejando como resultado sequedad, irritación, dolor e incluso una infección”. ¿Y en arena? “Puede ser muy traicionera y meterse donde no debe”

4 comentarios:

  1. O sea que lo mejor en un dormitorio de los de toda la vida, aunque sea menos sofisticado.
    Un abrazo.

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  2. que poca aventura ja... todo lugar sirve! salgan mas y pongan menos excusas jaja...

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  3. Madre mía jajaja, ideas tentadoras pero razones contundentes y jocosas hasta morir de risa para no estar en esos sitios con tales competencias.
    Te invito a mi blog recién puesto en marcha: De la A al infinito.Me encanta la Literatura.

    Un saludo desde España.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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