viernes, 6 de noviembre de 2009

El tauromáquico comienza

La presente es una autoevaluación de mi ultra sensibilidad y de los recuerdos que aún experimento; no es fácil hablar de estas cosas, pero ustedes se habrán dado cuenta, que es más fácil expresarse por escrito, que hacerlo oralmente, por ello es que en ésta página desgrano, grano a grano, las gotas de mi experiencia. Las mismas servirán a ustedes cojonudos, a entender, comprender, descifrar el sui generis comportamiento de la mujer y aprender técnicas que les ayuden a superar las pruebas de la vida. Si por casualidad ésta página cayese en saco roto la lectura a la lectora le servirá de consuelo, pues así, comprendería al copuchento y cojonudo que todavía la aguanta. (Es que hay cada cosa de imprevisible en la vida, que no vale la pena dimensionarla).

La vida está llena de abandonos (yo me abandono, tú me abandonaste, él te abandonó, nosotros te abandonamos, vosotros los abandonáis, ellos los muy mierdas se van), desde el momento que el aliento divino cayó sobre la masa de arcilla, las mujeres nos llevaron al paraíso, allí nos dieron la manzana de la desgracia y al final por su culpa se acaba el edén y todos patitas a la calle a buscar el pan de cada día, en cada trabajo ¡de mierda! Con un jefe incapaz, mandón, mal vestido y con aliento a cloaca. Y peor aún si es una jefa, ¡ufa! Allí la cosa se pone color hormiga (de esas que se meten a la azucarera a cagar), generalmente solterona, feminista, hablan mal de los hombres (aún en la cama), te obligan a saludarla, a ser amable, gentil, noblote, te pagan una miseria y finalmente se pasan el día acosándote (si es que no te la cogiste), ¡es toda una mierda!

Hablando de mierda, volví a recordarla, de su traición y de mis billetitos (¡mis papelitos adorados!) en realidad no se a cual darle más valor: si al abandono o a mis adorados. Es que ambos tienen su peso especifico (teoría de la relatividad), es fácil quizá para usted que le paso lo mismo decir a mi me duele esto, o decir me duele aquello; pero para mí un ultrasensible, me es mucho más difícil decidir, siempre dude, siempre dudaba; si hacerlo o no hacerlo; si decirle o no decirle; si salir o no salir o quedarme dentro de ella; si pegarle o no; si mandarla al carajo, ¡sí! Mandarla al carajo, fue la única decisión que tuve en toda mi vida y no me arrepiento de perder el empleo, finalmente ¡mande a la mierda a la acosadora feminista... y termine en la mierda del desempleo! ¡Pero soy feliz! No hay nada mejor que sentirse feliz. ¡Es como cagar! Una felicidad de saberse libre de pesos, de llenura, de hartazgo, ¡realmente eso es felicidad! ¿Como tener sexo! Saberse hombre, fuerte, viril y con escoplo de primera; ¡realmente eso es felicidad! Ser libre, dormir hasta las diez, pasear hasta las tres de la madrugada, tomarse unas copitas sin tener que pensar en el mañana, ¡sí carajo! ¡Esto es felicidad!

1 comentario:

  1. Me conoces. Lo sé. Pero no se quien eres.
    Te escribi a chalyvera@gmail.com pero no has contestado. Dame más pistas. Dime quién eres. Y acaba con esta intriga que ya dura demasiado :)

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