El amante inocente.
Si eras un muchacho tímido, retraído y no diste los primeros pasos en amasar las tetas de tus amigas del secundario y jamás pensaste en hurgarle su “cosita” a Martita, tal vez te encuadres en la descripción de un amante inocente.
Eran en esos primeros años donde tú tenias que intervenir dentro de las conversaciones con ellas y encontrarte por primera vez con aquello que los hombres todavía no han sabido descifrar el extraño e incomprensible manera de pensar de las mujeres y de paso aprender los cambios físicos que ellas desarrollaban a los largo de los años, todo eso eran esenciales para tu crecimiento orgásmico.
Las citas en la universidad te ayudaron a vencer cualquier forma de incomodidad que no lograste dominar en la secundaria y/o te confirmaron en tu incomodidad al relacionarte con mujeres.
Mi querido inocentón, no te alarmes, el remedio está a la vuelta de la esquina, es esa vieja vecina que te anda mirando “como para comerte” y tú pimpollo mío “déjate comer”.
Si te conviertes en el alpiste de todas, tu palomita se transformará en un buitre.
y qué tipo eres tú?
ResponderEliminaryo creo que todos somos de aquí y de allá.
Jajajajajaja
ResponderEliminarpero que flojerita dan los inocentones eh