sábado, 26 de diciembre de 2009

12: El tauromáquico

Si hablamos a calzón quita’o, convengamos que a todos nos ha picado el bichito de la traición es una atracción permanente en nuestra manera humanoide (yo te traiciono; tú lo traicionas; él a ti te traiciona; nosotros traicionamos; vosotros traicionasteis, ellos son unos traidores de mierda)

Este bichito paridor ha esparcido sus huevecillos por doquier y por lo tanto la traición es el pan de cada día. Convengamos entonces fehacientemente que ese bichito es un culeador de primera.

Ese bichito ha regado su infundía dentro del quehacer público:

Iglesia: curas, sacristanes, beatas, nietas de las beatas, el campanero, la cocinera, el sobrino del señor cura, las señoras bien;

Puterios: partidos políticos, oficinas públicas, alcaldías, casa de gobierno, casa de tolerancia;

Familia: esposa, esposo, amigos del esposo, amigas de la esposa, la cocinera, el lechero, los vecinos, las vecinas y ese raro primo de ella que de vez en cuando llega de visita;

Escuela: el director, la secretaria, el regente, las profesoras jóvenes, las profesoras viejas, los profesores viejos, los profesores jóvenes y los estudiantes bien adelantados;

Oficina: la feminista, la secretaria, la dactilógrafa, la computadora, el teléfono, la asistente, las chicas de la limpieza, las sobrinas de la feminista y yo.

Volvamos a convenir que ya no es raro escuchar, decir o escribir que a fulano lo traicionaron.

Pero, ¿qué es la traición? ¿Volvemos al principio? ¡No! ¡Claro que no! ¡Cómo vamos a volver al principio! Si ya casi estamos acabando. ¿Se dan cuenta ustedes que es la persona inmediata de las confidencias el que traiciona?

Al jefe del partido lo traiciona su segundo; al gerente, la secretaria; al esposo, la cocinera; por lo tanto, es de carácter urgente que usted mire alrededor y vea quien es el receptáculo de sus confidencias, donde está el hombro sobre el cual llora, cual es la cartera que provee, cual es la flor donde usted liba sus mieles y de forma ipso facto ¡evite la traición!

Porque por más sui generis que sea la relación, usted deberá ser cauto y andar con paso de peta y en cuanto a las confidencias, a sus lloros “evitarlos”, pero sí continúe libando y proveyéndose.

11 comentarios:

  1. El problema radica en que la persona que era "mi hombro sobre el que llorar" no está ya conmigo y se ha convertido en todo un problema por el tamaño de la información que le confié... si, si, es terrible, pero puedo volverme un tanto mentirosa en el buen sentido y negar todo.
    "Yo no hice nada"
    "Yo no fui".

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  2. la verdad para dejar este tipo de comentarios no dejes nada flaca, la pelotuda sos vos... dedicate a hacer lo tuyo y no molestes a los demas. Saludos

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  3. Digamos que todo se torna diferente
    pero siempre debe ser con más ganas que siempre
    mientras el año presente nos dice que se volverá viejo
    y el año futuro se volverá presente.


    Los mejores deseos y mucha luz!...♥

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  4. Cuando me agarra la paranoia de pensar que la eprsona a la que le cuento mis cosas, me pueda traicionar o use la info en mi contra, trato de relajarme y pensar que no hay nada que puedan saber de mi que sea taaan grave...

    al fin y al cabo, todos somos personas y a todos nos pasan cosas que no son agradables algunas veces!

    :)
    no soy de usaru mucho el tel, chaly

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  5. La traición no existiría si no exitiera la religión. Los libros religiosos son un compendio de gente que jode a otra gente.
    Si la religión no existiera uno dejaría de ser un traidor para ser simplemente un hijo de puta incumplido.
    Saludos.

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  6. Como bien dijo o dijiste, "tema trillado" pero tan cotidiano y real que nos sigue dando letra para escribir, tema para "chusmear" y razones para reflexionar.
    Lo que nos pasa a todos, el aguijón que a todos se nos clave, es la causa de que nos identifiquemos en la cuestión y de una u otra manera nos haga poner a pensar y/o escribir como en nuestro casa.

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  7. En realidad que tire la primera piedera quién no ha traicionado nunca!! Todos lo hemos hecho de alguna manera, lementablemente es asi, es parte de la vida u.u...somos todos unos tridores de mela ^^'. Sin embargo, no nos queda otra que confiar, ya sabes, en los amigos, padres, etc..por mi parte yo confio mucho en mi gata Nachita, ella lo sabe todo y más le vale no decir nunca nada ¬¬
    Saluditos
    kiri

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  8. Podemos guardarnos para nosotros las vergüenzas más oscuras que nos encerrarían en casa si fuesen conocidas. Podemos confiarlas a un "diario secreto", a un compañero/a de trabajo, a un amigo, a un desconocido o a un psicoteraupeta.
    Contarlas es lo que necesitamos a menudo, desahogarnos, no que se conozcan en el barrio, en la familia o en el país.
    Ahora bien, no es lo mismo un pensamiento o un secreto contado que una acción secreta (hablo de una acción compartida porque la acción en sí requiera de esa compañía o porque estuviera la persona presente), esa nunca estará libre de traición -salvo que diosito se lleve a X persona de la acción secreta compartida antes de darla a conocer al mundo.
    Es traición según se vea, pues no hay verdad ni mentira y todo es parcial y subjetivo.

    Hagámonos asocial para no tener traición sobre la espalda. ¡ah! que en sociedad vivimos y difícil es que sea posible.
    Pues desconozco solución a este triste asunto.

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  9. yo por eso cuando me confío algo... inmediatamente lo olvido... prefiero cuidarme de mí..

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  10. Después de leer tu escrito con la dedicación que merece, tan solo me resta decirte- a pesar de los pesares- que tienes mucha razón en tu planteamiento. Ese tema es tan viejo como lo es la humanidad desde que ésta decidió manifestarse como tal. El sentido común, el respeto, la comprensión y el saber estar en el sitio que corresponde, parece ser que se ha difuminado con el paso del tiempo.Se ha perdido en buena parte el sentido del honor, ocupando su lugar la trapalería y la desvergüenza supina.
    Te felicito por tu clara y detallada exposición...Un saludo

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