miércoles, 10 de noviembre de 2010

63: Amistad

Estoy con los cojones apretados por la angustia y la desesperación, porque algunas fans me han suplicado que escriba mis pensamientos sobre la amistad.

No es fácil escribir sobre la amistad, por qué por ahí algún “amigo” lo lee y se va a dar cuenta de lo que pienso de él y lo que es peor se sentirá pésimo al conocer lo que significan para mí sus cariñosos, gratuitos e inoportunos consejos.

En esta época donde en la tv te facilitan números para que con una simple llamada sepas como besar, como coger, como hacer amistades, como hacer citas, como bajar música, como conseguir putitas y además como salir de esa situación embarazosa, y contarlo como un chiste, ya nadie necesita del amigo.

Generalmente, cuando alguno llega a ti en busca de consejo, ya llega con sus propias conclusiones y lo único que espera es que uno le diga que está bien; en cambio si uno le dice que es un necio, que ella o él no se merecen esa actitud se sienten dolidos y le replican diciendo: ¡pensé que eras mi amigo!

Muchos/@s creen que la amistad es soportar sus lloriqueos, aguantar sin tregua sus quejas (qué su madre, qué su hermana, qué su amante), una gran mayoría de lo único que hablan es del dinero que no tienen (¡¡como si alguien pudiera solucionarlo!!) o de sus enfermedades.

Otras se arriman a uno a contarle anécdotas de sus hijos, sobrinos, amigos y amantes, como si yo fuera el dueño del tiempo y de la paciencia para escuchar hechos de personas que jamás vi y que por suerte jamás conoceré.

Como ven la mentada amistad, es una carga que la sociedad mercantilista nos ha impuesto y hasta nuestros padres nos han empujado en sus garras cuando nos decían: ¿Por qué no sales a dar una vuelta con tus amigos, en vez de estar acosando a tu prima?

En las épocas antiguas, los amigos salían a conquistar reinos, en busca de princesas y matar dragones. En la actualidad a lo único que salen es a tomar cerveza y hablar mal de sus esposas y quejarse que el dinero no les alcanza.

La amistad también es una carga, pues nadie se salva de tener en su haber una pariente fea cual duende desahuciado y con una inocencia microscópicamente enmascarada y tu madre y su madre te obligan a sacar a pasear a la fungóide masa y presentarla a tus “amigos”

Y como si fuera poco la amistad también entraña peligro, pues no faltara el “amigo” que quiera levantarse a tu pareja y todavía con tu dinero.

Posiblemente al leer lo anterior la duda a sentado sus nalgas en sus mentes y se preguntan ¿y éste tendrá amigos? y la respuesta es un categórico No. No, del tipo del que describimos líneas arriba. De esa clase de personas, solo existen conocidos, que se arriman a uno en busca de un poco de charla y no falta aquella que cree que uno es esponja y detergente para aliviarla de los problemas creados por ella misma.

Como ven, la amistad no existe, salvo en el caso, de información pertinente sobre sus… hermanas… primas… tías… disponibles.

4 comentarios:

  1. o sea que, ser antisocial, no es del todo malo?
    muy vertical tu punto de vista.
    un abrazo

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  2. espero que la presión sea menor tras la diatriba, a mí me gustan mis amigos y amigas, que seguro que pecan de algo de lo mencionado porque no son perfectos, bueno, algo así como yo.
    Un beso

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  3. Jajajajaja, pues no. No coincido contigo. Pero quélevamoacer.

    Muá.

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  4. Bueno,has sembrado un poco de cizaña,o dudas..¿No? La amistad existe,solo que hay que tener la lupa,o el microscopio, en la mente y en el alma.Los hay interesados(que no son amigos)y los de verdad que son de hierro!!!

    Un gran saludo,y un abrazo
    Dde.Buenos Aires:Argentina.

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