Son numerosos los obstáculos que hacen que muchas se vean privadas de disfrutar del cogimiento libre con sus vecinos. A la hora de avenirse muchas enfrentan miedos, complejos y vergüenzas que le impiden dejarse llevar con libertad bajo las sábanas. Muchos de estos obstáculos provienen de su propio perfil, provocando un duro golpe en su autoestima.
Entre los ininteligibles más comunes topamos la celulitis y las estrías. De la mano de la celulitis viene la barriga: más de una percibe sus kilitos de más como un elemento negativo a la hora de compartir un corpachón foráneo. Estos enredos se basan principalmente en una dificultad para aceptar el propio cuerpo y permitirse disfrutar de todas las sensaciones que regala el vecino.
El culo y las tetas son dos partes que siempre llaman la atención: culturalmente estan siendo hostigas por imágenes de prójimas agraciadas en la televisión, el cine y las revistas, que marcan estándares de belleza imposibles de lograr, haciendo que más de una se sienta embrollada.
Más allá de los enredos, también existen las perturbaciones, entre los que se destaca un problema que impide que ella alcance un espasmo. Otra contrariedad, tal vez un poco menos frecuente, es el vaguismo, que es una impenetrabilidad que le impide consumar el cogimiento.
Muchas se dejan influir por esquemas de hermosura poco serios, como los de las modelos, actrices y cantantes. Esas "perfectas" tienen horas de manufactura y postproducción, además de entrenamiento y una buena inversión inicial en intervenciones sanitarias.
Lo importante es que tú sepas destacar tus puntos fuertes, sacar máximo provecho de ellos y aceptarte tal cual eres, o trabajar en mejorar tu propia percepción, ya que todas las prójimas tienen el mismo potencial de sentir y hacer sentir placer a sus vecinos.
Esta fue una buena lección, aceptarse como uno es.
ResponderEliminarSaludos.
si señor!!!!
ResponderEliminarabrazos Chaly