jueves, 18 de diciembre de 2014

421: Tiene el color moreno; sus ojos son negros y el pelo negrísimo

—Si él te quiere... ¿por qué no viene a verte a la casa?
— ¿Acaso es novio mío?
—Entonces... ¿qué es?
—Pues... nada… un amigo.
— ¡Mm!...


— ¡Cuidado vas a contarle a nadie nada!
—No.
— ¿Me lo juras?
—Sí.


—Hace tiempos que no vas a confesarte, hija mía.
Ella bajó la cabeza.
El cura insistió:
— ¿Por qué no te vas a confesar?
Ella se encogió de hombros y sin levantar la cabeza.
Cómo iba a confesarse, si había jurado... “no contarle a nadie nada”

2 comentarios:

  1. la tirania de los secretos
    la tirania de mantenerlos

    ResponderEliminar
  2. El peso de guardar las fornas y acallar secretos .... A voces. Del día a día... Un saludo

    ResponderEliminar