0272: inquilino

Cuando Penélope Castro se enteró que su marido se la hacía, decidió vengarse haciendo ídem, yo le dije que era una mala idea, pero ella se emperro y cuando Penélope dice quiero, o le sigues la corriente o te vas. Me quede. En mi descargo puede decir que lo hice pensando en su matrimonio, ellos son mis mejores amigos, por no decir los únicos. Y me doldria mucho que la gente hable mal de ellos, especialmente de Penélope que es una santa, pues yo sabía que si yo no lo hacía, ella cogería con el primero que pasase por su ventana y eso acarraría tres funestas consecuencias: una, que ella contrajese una etc, dos, que el fulano fuese un lenguaraz y contase por troche y moche que se la tiro y tres, que ella se enamorase y se fuese con él.

Finalmente Penélope se enteró que sólo era una mentira lo que decían de su marido y ella respiro tranquila, volvió la tranquilidad a su lugar y los tres seguimos con nuestras vidas como si nada hubiese sucedido.