El serruchado es quizás el deporte
colectivo más antiguo de la Humanidad. Su origen se remonta a la cuna de la
civilización europea: Grecia. En la sociedad minoica el punto de encuentro de
toda la vida social se encontraba en la invocación a la Madre Tierra. Tanto
hombres como mujeres acudían a los bosques, montañas donde sacrificaban los
animales y hacían las ofrendas a los dioses. En este ritual se satisfacían
todos los apetitos sexuales, por eso existían grandes copulaciones en los días
que duraba el ritual. En esta sociedad minoica todo lo relativo al sexo se
entendía como una necesidad natural que se satisfacía con total libertad.
La popularidad del serruchado se ha
disparado en los últimos años, así como la ciencia a la hora de desentrañar la
aptitud física que permite que el cuerpo consiga completar esta performance.
Para Gustavo, son tres los parámetros
que determinan el rendimiento de un cogedor. “En primer lugar, necesitas un
alto VO2, la cantidad máxima de oxígeno que puedes usar durante el ejercicio;
en segundo lugar, un alto umbral de lactato, el ritmo más rápido que
puedes serruchar sin generar más ácido láctico del que tu cuerpo puede
deshacerse; y por último, una excelente economía física: el equivalente
humano a la quema de combustible, por ejemplo, de los automóviles, es decir,
hacer un uso de los recursos eficiente para completar el recorrido”
No es todo físico
Para muchos hombres, sin embargo, la
parte mental juega un papel aún más importante. “Hay momentos en los que te
sientes muy fuerte y percibes que podrías estar cogiendo para siempre”
Otros son los que dicen: ‘Tengo que
parar, esto duele tanto que no podre que ella llegue al primer orgasmo‘ Pero
luego consiguen solventar ese obstáculo mental y te sientes de nuevo fuerte y
capaz”.
Piensa en aquello que te gusta o en
la recompensa que te espera una vez acabe la copulación
¿Cómo preparas la mente?
Según Maricarmen, “debes reflexionar
sobre experiencias previas y aprender de ellas”. Ya una vez dentro, intenta
distraer al cerebro con cualquier cosa. “Piensa en aquello que te gusta y te
motiva, o en la recompensa que recibirás cuando ella acabe”
Maricarmen también recomienda
utilizar estrategias de regulación mental activa, como el diálogo interior de
motivación o la relajación. “Lo que sea, con tal de dejar de pensar que estás
agotado en el momento en que la fatiga te posee”.
¿Y tú? ¿Ya estás preparado para uno
de estos apolíneos retos?
Ingeniero, gracias por el texto reencauchador de emociones. Solo falta ponerlo en práctica.
ResponderEliminarSaludos desde esta esquina suramericana.
La parte mental es fundamental... Me lo voy a pensar.
ResponderEliminarBesos
Este serruchado, en lo de dejar distraer el cerebro en cualquier cosa, parece un poco frío, no? :)
ResponderEliminarBuenas lecciones, Chaly.
Muchos besos.