En el Antiguo Testamento encontramos
varios episodios relacionados con este tema, pero que no son tratados como una
ofensa a Dios. Ya hablamos de Sara, la esposa de Abraham, a quien convenció de
que se la cogiera a su sirvienta para asegurar la descendencia porque ella ya no podia engendrar.
Pero Abraham participó de otros
episodios escandalosos para la moral: “En
aquel tiempo hubo una gran hambre en el país, y entonces Abraham se fue a vivir
a Egipto, porque la escasez de alimentos era muy grande en la región. Y cuando
ya estaba llegando a Egipto, le dijo a su esposa Sara: Mira, yo sé que eres una
mujer hermosa, y que cuando te vean los egipcios van a decir: ‘Esta mujer es su
esposa’, y me matarán a mí, y a ti te dejarán con vida para quedarse contigo.
Por eso, diles por favor que eres mi hermana. Así, me irá bien a mí por causa
tuya, y me dejarán con vida gracias a ti”
Así ocurrió, el faraón se incendió
ante la belleza de Sara y pronto pasó a ser una más de las mujeres del monarca,
quien colmó a Abraham de regalos. Lo que nunca se podrá entender es por qué
Dios castigó al faraón con enfermedades de todo tipo por lo que le había hecho
a Sara. Mientras tanto Abraham miraba para otro lado como si no fuera con él.
El final de la historia no pudo ser
más triste para el faraón. Mandó llamar a Abraham y le dijo: “¿Por qué me has hecho esto? ¿Por qué no me
avisaste que era tu mujer? Me dijiste que era tu hermana, y por eso yo la hice
mi amante. Ahora, ahí la tienes. Tómala y vete”. Entonces el faraón ordenó
a unos cuantos hombres que hicieran salir a Abraham de Egipto, junto a su
esposa y todo lo que tenía.
Se podría decir que parece una
historia digna de Almodóvar.
Se podía decir.
ResponderEliminarCon la lógica de la religión se podría decir que ésto tiene su lógica ja...
ResponderEliminarEsa parte de le historia no me la habían contado. Parece interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.