viernes, 15 de enero de 2010

17: El tauromáquico

El amante desprolijo.

El amante desprolijo no ha aprendido a cuidarse. Puede haber crecido en un hogar que no prestaba atención a los hábitos refinados de una vida culta, o quizás haya rechazado los rezongos de su madre a favor de una actitud más sofisticada. (¡Lávate la cara! ¡Cochino del alma mía!)

Si eres un amante desprolijo, tal vez no prestes atención a tu higiene en general ni a la preparación del cuerpo para la experiencia sexual. El hombre que no se baña, no se afeita y con mala higiene oral raramente atraerá a la mujer de otro. (¡De otro igual a ti!).

Quizás tu desprolijidad se refiera a la falta de atención a los detalles en la experiencia de hacer el amor. No prestas atención al lugar donde apoyas el codo, o a lo que dices o al modo en que mueves tu cuerpo o el suyo. (¡Torpe de mierda!)

Probablemente te des cuenta que eres un amante desprolijo si escuchas los suaves y no tan suaves comentarios que tu pareja ha hecho (¡fíjate carajo! ¡qué mierda estás haciendo!). La compañera del amante desaliñado siente falta de cariño, se siente despreciada y desechada. (Aunque hablando con los dientes para fuera, podemos decir que a algunas mujeres les encanta hacerse coger por un cochino).

También puedes pedirle a tu pareja que acepte tu falta de prolijidad como parte de tu maravillosa personalidad extravagante bloguero; carismático pintor de brocha gorda; o político indigenista bolivariano.

2 comentarios:

  1. conozco a esa especie... la conozco y en definitiva... no me gusta

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  2. El noviazgo es para conocerse. A una cochina-o le atrae otro parecido. Cómo se va a quejar después?

    Siempre que te enamores cielito lindo mira primero, mira bien lo que haces cielito lindo, no llores luego.(Canción)

    Bueno, en México como en todas partes.

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