sábado, 23 de enero de 2010

19: El tauromáquico

El amante rezongón.
La persona rezongona se alimenta de la patología de otra persona. El marido rezongón conserva la resistencia de su esposa a las relaciones sexuales por medio de sus refunfuños y quejas acerca de su falta de deseos.

Ella necesita que él refunfuñe o sea negativo hacia ella de modo que ella no quiera tener contacto sexual con él, y él necesita que ella se resista a las relaciones sexuales para poder refunfuñar y quejarse. Es casi una danza.

Tú puedes reconocer el patrón que se ha establecido entre ambos. Cada uno hace su parte y bien lo sabe. Casi no sabrías cómo actuar sin la provocación, queja o tristeza constantes que parece interponerse entre los dos.

Es que hay algunos hombres que no pueden vivir sin su hija de puta y algunas mujeres sin su rezongón.

2 comentarios:

  1. no, que flojera así no funciona... definitiva yo no rezongo y mucho menos quiero una pareja enojona nonono que flojera asi quien no se apaga?

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  2. Si hay algo que no soporto, son los gruñones. Te despiertas y ver su cara de gruñón, ah!, no...Digo adios!...
    No tengo paciencia para eso!...

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