Un admirador ponzoñoso me ha tendido una zancadilla, haciéndome la siguiente pregunta: ¿Pellizco de monja? ¿Carrillo de monja? Si la sor es bonita ¿será malo apartarla del monjil?
Es una pregunta que hasta el momento no tienen regocijo.
Y estoy en la encrucijada, pues si digo que sí, los beatos echarán el grito al infierno y si digo que no, los ateos me tacharán de diablo. ¿Entonces nos encontramos ante una igualdad con dos enigmas?
Pero si ustedes se hacen un breviario-análisis y ponen en un platillo el súmmum de sus creencias y en el otro el de sus apetitos y según el superávit, se encontrarán frente al muro de lo incomprensible y si ustedes no se comprenden ¿cómo esperan que yo sí?
Por lo tanto, me parece, que nadie está libre de la desgracia, y para evitarla mejor será que se mientan a sí mismos, de esta forma un platillo pesará más que el otro y así su consciencia y conciencia estarán tranquilas y podrán hacer lo que quieran sin ningún problema, si es que piensan coger; en cambio si no, me obligan a dedicaros estos versos de rancia educación:
Un joven gato y una gata experta
Pusiéronse a joder en una huerta,
Subiéronse a las ramas de un ciruelo
Que de tanto joder se vino al suelo.
Moraleja: Si quieres joder con la que amas,
Hazlo en seguida y no te andes por las ramas.
Es lo que siempre he pensado, ir al grano directo, para qué hacer tanto drama si al cabo de joder se trata.
ResponderEliminarUn beso.
Hagámoslo.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo!
ResponderEliminarBesos
el ciruelo era enclenque...
ResponderEliminaro la pasión de ellos era fuerte!
abrazos
Bueno, en seguida en seguida puede significar, incluso, antes de obtener su consentimiento.
ResponderEliminarBello poema,
D.
¡Jajajajajaja!
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