martes, 4 de marzo de 2014

335: En las historias, los cabecillas no se arredraban nunca ni aceptaban la tiranía de nadie. Claro que tampoco -cavilaba- tenían que tratar con una prójima.

Sucede que no son ellas las que pelean por los copuchentos, si no, al contrario son los copuchentos los que disputan varonilmente a puño limpio la gracia de una prójima, así me lo dijo clarito Sonia Sinatra cuando de sopetón me clavó esa mirada de conmiseración con que las prójimas a veces me miran cuando han llegado a la conclusión de que tengo la mente simple. Dijo, qué Hermenegildo también anda, tras sus favores y si yo no lo vencía, me quedaba con las manos vacías. Y me dirigió una mirada maliciosa, como hubiese podido hacerlo una ramera para atraer a un muchacho a su burdel.

En verdad, yo, jamás le di un puntapié a ninguno por ninguna. ¿Qué alguna vez he peleado?, ¡sí!, pero no peleaba por amaras a tu prójimo como a ti mismo, al contrario lo hacía por vencer mi apocamiento. Por lo tanto, el pedido de Sinatra me pillo en calzoncillos y no supe que contestar.

Yo simplemente lo miraba feo y él se retiraba. Ida jamás manifestó queja o resquemor, al contrario permanecía impasible, perdida en sus ensoñaciones, quizás esperando que apareciese algún tipejo, y me venciese con la mirada. O quizás se sentía feliz, por tener semejante guardián. ¡Quién sabe lo que piensan ellas cuando son cortejadas delante de su peor es nada!

En referencia a la sin atractivo, confieso humildemente que me quede con el pito en la mano.

2 comentarios:

  1. ¿Seguimos peleando por sexo, perdón por amor?
    Si es que no lo veo...

    Un beso

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  2. Tampoco por mi se han peleado. No se si reír o llorar.

    :(

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