Como a las once de la noche se comenzó a oír ruidos, como arañazos y cosas así, no le hicimos caso, pensamos que era el gato. Después oíamos golpes en las paredes y gritos, eran como sollozos. Estábamos temblando. Luego oímos gritos con lo que nosotros también gritamos, y encendimos la luz. No había nada, pero decidimos dormir con la luz prendida. Ya nos estábamos logrando dormir cuando... pum! Se cayó la lámpara y se quebró en mil pedazos. Nos asustamos aún más, pero lo peor de la noche fue cuando la vimos. Estábamos acostados, y comenzamos a ver algo parecido a humo o algo así, pero fue tomando la forma de una persona. Era una mujer, con un cabello largo cubriéndole la cara, tenía una pequeña muñeca en las manos, se veía que estaba sucia. Llegó lentamente a nosotros y nos susurró: "Cuidado con Rubén" Mi amiga gritó y la mujer desapareció. Luego escuchamos susurros , como de voces de niñas pequeñas me senté en la punta de la cama , y mire el closet que estaba cerrado , hasta que de repente se empiezan a abrir las puertas del closet y salen dos muchachas como de diecisiete años y su aspecto parecía humo , la habitación estaba helada muy helada yo quede petrificado, no podía moverme, de repente las chiquillas se empiezan acercar a mí y una estaba tan cerca mío que casi podía hasta tocarla , era como un humo muy transparente , y las dos estaban vestidas con vestidos muy escotados , y me asuste más cuando las dos empezaron a gesticular y gritaban mucho pero sus voces eran muy delicadas pero con firmeza , y la canción que cantaban era tan erótica que me dio tanto miedo que salí de la habitación y me fui corriendo donde estaba mi otra amiga y le dije lo que me sucedió y ella me dijo que callará y que la cogiera, yo le hice caso y me acosté, cuando de repente abro los ojos y veo a las muchachas frente mío y estaban un poco enfadadas porque tenían en su expresión el ceño fruncido , y yo alerté a mi amiga muy rápido y ella cuando miro no había nada.
Y esto me ha estado pasando casi todos las noches, y cada vez más las chiquillas se molestan y a veces cuando estoy solo en casa las luces se apagan y se prenden y las puertas se abren y se cierran, y también escucho golpes como si golpearan toda las paredes , ya no sé qué hacer con las dos chiquillas.
Noches después se comenzaron a oír terribles alaridos y ruidos espantosos, además del sonido de campanas y una voz masculina que decía: “huisqui y vagina…mi desdichaaaa”. Como si aquello no bastara, se escuchaba una voz de mujer, que parecía provenir de la misma oscuridad y que decía con toda claridad: “Ya te tengo, te cogeré. Te cogereeee” Escuche unos pasos, salí del baño esperando ver a alguien. No sucedía nada. Poco a poco escuche unos pasos, eran ruidos de pasos silenciosos pero firmes. Un grito seco y ahogado cayó, pero no era uno solo, eran varios, cientos de gritos, chillidos que me zarandeaban, gritos como gente aplastada, como gatos escaldados o señoras histéricas. Los gritos exigían clemencia. Los chillidos eran enloquecedores, eran demasiados gritos para ser soportados por una mente humana. Los gritos no cesaron, los alaridos aumentaron. Todo en ese lugar me perseguía como queriéndome devorar y con sus horrendos gritos consumirme lenta y escabrosamente. Espero que estos sucesos nunca aterricen en su casa. Por mi parte, les cuento que a mí jamás me sucedió nada parecido.
!Hola,Chaly!
ResponderEliminarhe pasado miedo con tu historia,he imaginado a esa mujer y todos esos gritos.Me ha fascinado.Muchos besos y buena semana.
Jajajaja "... ella me dijo que callara y que la cogiera, yo le hice caso y me acosté" jajaja hasta en tus peores pesadillas disfrutas del sexo jajaja, muero de risa.
ResponderEliminarBesote risoso