---- Anoche vi algo muy interesante
--- ¿Qué viste?
--- Reinaldo le susurro algo a Martha, ésta te miró y luego se cubrió el rostro con las manos, -al parecer horrorizada- y se acercó a Reinaldo quién la abrazó protectoramente
--- ¿Y qué cara puso Reinaldo?
--- Sonrío. Puedo preguntarle a Martha que le dijo Reinaldo
--- ¿Para qué?
--- ¿No te interesa?
--- ¡No!... pues si le dijo algo verdadero, no hay nada que yo pueda hacer. Si le dijo una mentira, es mucho peor, pues ella le creyó. Al creerle hizo a un lado el amor que dijo tenerme. Ella que me conoce muy bien, prefirió escuchar a Reinaldo. Ella debió confrontarme allá, en ese preciso instante y encararme con el acusador, en cambio prefirió irse con él.
--- Entonces, ¿no vas a hacer nada?
--- No hay nada que hacer, ella… parece que me equivoque con Martha… y pensándolo bien no me interesa una mujer que actúa de esa manera; creo que Reinaldo me hizo un favor sin querer, me libró de una mujer que cree en las murmuraciones y que no enfrenta las circunstancias adversas. Así es, querida Susana, Reinaldo me hizo un favor y él, tonto se queda con ella.
Cuanto amor se pierde por confiar más en otras lenguas que en la que besa la piel .. y el alma
ResponderEliminarEn esta situación lo que ocurre en muchos casos es que se acaba a palos. Aunque no sea una forma muy civilizada.
ResponderEliminarUn abrazo.
El que no se consuela es porque no quiere.
ResponderEliminarSaludos.
Ay no entendí :(
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