Confesiones. Se pasan la vida dando palo a los hombres, tienen la imagen de parejas temibles, pero detrás de esa fachada de abusivas desmesuradas esconden dos corazoncitos a los que les cuesta conseguir comprensión y que han pagado un precio alto por pertenecer a un dúo dinamita
Las ojeras marcadas en sus rostros dan cuenta de que el trabajo que realizan, el de hacer reír a los demás, tiene su costo. Alejandra Áñez y Patricia Ovando reflejan en su mirada y sus palabras que nacieron para entretener. La jornada laboral comienza cuando la mayoría de las mujeres descansan y, a pesar de que la madrugada las sorprende volviendo a sus casas, duermen pocas horas porque son la cabeza de sus hogares y deben cumplir la rutina de cualquier mamá.
¿Cuál es su estado civil?
Ambas: Divorciadas.
Patricia: Yo tengo cortejo.
¿Por qué dos mujeres bonitas, independientes y graciosas están solteras?
Patricia: Buena pregunta. Tráiganme el vodka (risas). Es broma, imagino que nuestra vida es como la de los músicos, escenario, luces y público. Primero no le ‘pelan’ a tus funciones, pero llega un momento en que se cansan. Es difícil encontrar a alguien que entienda las obligaciones de este trabajo.
Alejandra: Hace dos años que tenemos nuestro local propio y eso implica muchas responsabilidades. No cualquiera aguanta a una maldita infiel. De hecho, lo del nombre es otro cuento. No hay alguno que no se haya puesto incómodo por el nombre de nuestro dúo y de los shows. Tuve parejas que me han querido mucho, que todo iba muy bien, pero que en algún momento les comenzó a afectar mi ritmo.
Patricia: Creen que los humillamos, que hablamos acerca de nosotros y sus amigos que son unos ‘ridículos’, se hacen la burla de ellos.
Alejandra: Pero nombralos puej (risas).
Patricia: Esos sus amigos se encargan de decirles: hay que tu mujer te controla, que vos sos el famoso ‘cochichuto’, el dominado, el inútil o el imponente.
Alejandra: Pero lejos de eso hay que ser muy varón para afrontar algo así, no ha llegado ese tal varón. No es fácil porque a nosotras nos cuesta separar la persona del personaje.
¿Son realmente malditas e infieles?
Patricia: Malditas sí, infieles de pensamiento, palabra, obra y omisión (risas).
Alejandra: Malditas es una palabra muy fuerte, pero en Santa Cruz tiene un sentido cómico. Somos las únicas que decimos las cosas sin tapujos, expresamos todo lo que las mujeres pensamos y que pocas se atreven a decir. Sobre lo de infieles, mejor dejémoslo en puntos suspensivos para que no se rayen los gordos (risas).
¿El carácter de una maldita infiel es hereditario?
Patricia: Definitivamente, recuerdo que mi abuela largaba sus chistes todo el tiempo, y mi padre es un caso, él siempre habla burreras.
Alejandra: Sí, es hereditario. En mi familia creo que no hay ninguno que sea normal, todos somos tronados, cada uno a su manera. Mis hijos dicen que estoy loca, que nunca me tomo nada en serio, pero cuando me enojan les pego un grito y cambia la cosa.
¿Ustedes tienen una relación de amistad o solo es laboral? porque algunos dicen que no se llevan muy bien
Alejandra: Somos amigas inseparables desde hace 20 años. Cuando ‘Paty’ se fue a vivir un tiempo a EEUU yo me quedé haciendo Las Malditas Infieles, pero dejando en claro que su espacio estaba disponible para cuando desee volver. No somos amigas, somos como hermanas, pero no andamos ‘churiqui’ todo el tiempo.
Patricia: Hay gente que no entiende nuestros chistes indirectos, así bromeamos entre nosotras.
Alejandra: Nos conocemos tan bien que nos aceptamos con nuestros defectos y virtudes. Yo por ejemplo soy una persona seria, ella lo sabe y respeta, los demás se sorprenden cuando lo descubren.
¿Lo que hacen es una forma de luchar contra el machismo desde el escenario?
Patricia: Es un reto porque en el público hay gente mayor, machista y no reaccionan, aunque las mujeres ríen a sus espaldas. Cuando es solo chicas aquí se arma un griterío, porque se vienen a desestresar ya que no está el marido al lado. La mujer es diferente cuando está sola, baila, grita, ríe, incluso bebe más.
Alejandra: Hay hombres que son nuestro gran público. Incluso ellos vienen a comprar las entradas mandados por sus mujeres. Además, siempre les agradecemos, gracias a ellos mantenemos a nuestras familias, gracias a sus boludeces (risas).
¿Se declaran feministas?
Patricia: No. Creo que somos machistas más bien, nos encantan los machos (risas).
Alejandra: Es una palabra muy fuerte para un show de humor porque todo lo que ves aquí es eso, no es nada cierto, ves situaciones comparadas con la realidad. Alguna seguramente le ha tocado porque no digo que ninguna ha sido infiel, pero es algo irónico.
¿Por qué creen que las mujeres se desinhiben con ustedes?
Patricia: Le estamos dando una herramienta para sentirse poderosas.
Alejandra: Salen con ese sentimiento de que pueden ser mucho más, de que no tienen que avergonzarse y bajar la cabeza ante ningún hombre.
¿Qué hacen cuando tienen problemas y deben subir al escenario?
Alejandra: Es duro. Es la lógica del actor, que incluso me lo he tatuado en el cuerpo, el de estar siempre sonriente a pesar de que estés triste. Cuando perdí a mi madre dejé de actuar casi un año, fue grave. Cuando enterré a mi abuela fue a las 17:00 y tenía función a las 19:00. Me ha tocado sacarme la peluca y llorar, limpiarme y volver a salir al escenario.
Patricia: Perdí a mi abuelo y tenía show esa noche, ya estaba vendido, no podía fallar. También la muerte de mi suegro, tenía show y tuvimos que viajar para una función. A veces ves a todo el mundo deprimido y tenés que levantar el ánimo aquí. La gente no tiene que saber de tus tristezas.
¿Cuál es su proyección en los próximos 15 años?
Patricia: Nada es eterno. Queremos formar a nuestros hijos y dejarles un legado. Todo lo que se hace es para que puedan heredar algo, pero si quieren tener otras profesiones se los apoyará. No digo que actuaremos hasta los 60 años porque ni la memoria nos va a ayudar. Hay que saber cuándo decir basta. Lo importante es aprovechar la oportunidad y nuestras ganas
FRASES
“Tuve parejas que me han querido mucho, que todo iba muy bien, pero que en algún momento les comenzó a afectar mi ritmo”. Alejandra Áñez / Humorista
“Es un reto porque en el público hay gente mayor, machista y no reacciona, aunque las mujeres ríen a sus espaldas”. Patricia Ovando / Humorista
Me encantan, las entiendo perfectamente.
ResponderEliminarBesos.
Me caen geniales.
ResponderEliminarBien por ellas.
Saludos.
Suenan valientes y divertidas,un aplauso
ResponderEliminar¿Por qué dos mujeres bonitas, independientes y graciosas están solteras?
ResponderEliminarporque la libertad que se siente es magnifica
mil besos compañero de diabluras
Me descubro ante ellas.
ResponderEliminarNo, no todos son capaces de aguantarlas...
ResponderEliminar;)
Besos, Chaly.