En realidad, la vida de muchos hombres es un infierno personal interminable.
Más aún, el nivel del «infierno» solo aumenta si el hombre intenta ser una buena persona.
El infierno de los hombres se llama conflicto de roles. Como se puede adivinar, el conflicto de roles es el conflicto entre roles o sus elementos. Y los roles son las normas sociales que contienen indicaciones y restricciones acerca de la conducta.
¿Cuántos roles tiene un hombre? Muchos. Estos son los principales: Proveedor, Marido, Padre, Hijo, Amigo. Cada uno de esos roles contiene ciertas indicaciones y restricciones acerca de las preocupaciones y conductas. Y estas pautas de conducta rompen al hombre en pedazos.
Digamos que el hombre quiere ser un buen Proveedor. Para ser un buen Proveedor, hay que ser un buen empleado: por ejemplo, ir de viaje de negocios o quedarse tiempo extra en el trabajo. Un trabajo arduo, por lo general, contribuye al aumento del salario y a un ascenso laboral, lo cual se refleja en el sueldo de forma positiva.
Pero si trabajas mucho, empieza el conflicto con los roles de Marido y Padre. El hombre se va al trabajo temprano, regresa un poco tarde y, que casualidad, ya es un mal marido porque «¡no me prestas nada de atención!», y un mal padre: «¿cuándo fue la última vez que viste a tu hijo?».
Pero si el hombre decide mover el enfoque a favor de la familia (los roles de Marido y Padre), el ingreso es el que sufre. Y rápidamente el hombre se vuelve un mal Proveedor.
Esto es especialmente doloroso si el hombre, repito, intenta ser una buena persona: un buen Proveedor, un buen Marido, un buen Padre.
Sinceramente quiere ser bueno pero la propia realidad no le permite jugar todos los roles bien a la vez. Se ve obligado a sacrificar algo todo el tiempo.
Así que todos los esfuerzos son en vano y el hombre está condenado a fracasar. Y eso que, te lo recuerdo, sinceramente quiere hacer las cosas bien y ser bueno en todos sus papeles.
Veamos otro ejemplo. El hombre quiere ser un buen Hijo y tiene la intención de ayudarles a sus padres, pero aquí surge un conflicto porque su esposa le pide llevarla con su mamá. ¿Cómo seguir siendo en esta situación un buen Hijo y un buen Marido? Es una incógnita.
El hombre debe solucionar este tipo de cuestiones cada día, cada minuto, y no es que sean decisiones fáciles de tomar. Y mucho menos se puede decir que el hombre siempre está conforme con las elecciones que hace.
Por lo general, la decisión se le hace difícil y no le gusta absolutamente, quiere que todo esté bien, pero las cosas salen a medias. Te digo: es un pequeño infierno personal.
Por supuesto, no todos los hombres pasan por esto. Si no tiendes a ser una buena persona, ser un buen marido y padre, no tendrás problemas. En algunos hombres este infierno está más marcado, en otros, menos. Todo es muy individual, pero muchos hombres viven en este infierno queriendo ser buenos Proveedores, encontrar tiempo para ser un buen Padre, buscar las migajas del tiempo para seguir siendo un buen Amigo. Y así sucesivamente.
¿CÓMO PUEDE UN HOMBRE SUPERAR EL CONFLICTO ENTRE ROLES?
La forma más obvia: rechazar una parte de los roles. Por ejemplo, separarse o no tener hijos. O no trabajar y declarar: «Estoy buscándome a mí mismo, no interfieras».
Otra opción obvia es corregir el contenido de los roles. Ya traje el dinero a casa, y cuidar a los niños no es mi tarea, mi cualidad como padre se determina solo con dinero, no con los cuidados del hijo, así que déjame en paz, esposa.
La tercera salida obvia es empezar a tomar alcohol. Al menos por un tiempo debilitará la presión de este conflicto.
La manera menos obvia es trabajar con un psicólogo para reducir la agudeza del conflicto.
Es importante mencionar que sí, se puede debilitar la intensidad del conflicto, pero quitarlo por completo no. La realidad no tiene compasión.
Así es como viven los hombres, en su pequeño infierno personal. Y como ves, ninguna alternativa para salir del conflicto entre roles es una opción positiva.
¿QUÉ DEBE HACER LA MUJER CON ESO?
Ahora llegó la hora de tratar la indignación justa de algunos lectores, más bien, lectoras. No quiero decir que todos los hombres se sienten infelices ni que las mujeres no tengan ningún conflicto de roles, ni tampoco que su vida brilla como un arcoíris y goza de felicidad absoluta. No, no digo nada de eso, en la vida de cada mujer también hay un sinnúmero de conflictos entre roles que convierten su vida en su infierno personal.
Todo lo que quiero decir ya lo he dicho. El hombre a menudo vive en un conflicto entre roles muy serio y sale de él como puede. Muchas veces la vida en ese conflicto y/o la salida de él lastiman no solo al hombre sino a sus seres queridos.
Lo que pasa es que la mujer no sabe nada de eso y cree que solo en su vida toda está mal, y que en la vida de su esposo todo es hermoso y fascinante. Esto da lugar a muchos malentendidos. Así que es mejor saberlo y tenerlo en cuenta.
Puede surgir la pregunta: ¿debe la mujer hacer algo con este conflicto entre roles? Bueno, no soy yo quien decide.
Además, lo único que se puede hacer en esta situación es, básicamente, saber que este conflicto existe. Saber y solidarizarse con el hombre por sus buenas intenciones, aunque no siempre lleven a los resultados esperados.
Entiendo que no siempre dan ganas de decirle a «este canalla» palabras de gratitud. En primer lugar, es difícil de creer (y comprobar) que realmente hace lo que puede por ti. Es más fácil creer que es un perezoso egoísta.
Si intenta ser una buena persona, si este hombre realmente tiene un conflicto entre roles, tu comprensión hará que el hombre se sienta mejor y más fuerte.
Aunque solo es una recomendación táctica. El objetivo estratégico de este artículo es aclarar algunos secretos de los hombres. Secretos que solo los hombres conocen, que permanecen escondidos para las mujeres.
¿Por qué se necesita una aclaración así? Porque el conocimiento ayuda a vivir mejor. Si sabes lo que le sucede a un hombre, te será más fácil reaccionar ante eso y más fácil entender cómo tratarlo.
Haré un resumen. Cuanto más intenta el hombre ser una buena persona, más se arriesga a caer víctima de un conflicto entre roles. Salir de este conflicto sin pérdidas es difícil. Más bien debe procurar reducir la intensidad del mismo. La mujer puede ayudarle al hombre sabiendo de la existencia de este problema y comprendiendo sus buenas intenciones y esfuerzos.
Total, que no tenemos remedio ni los hombres ni las mujeres y que la vida es un lío seas del sexo que seas.
ResponderEliminarPobrecillos, qué pena me dan. Yo les pasaría el rol de "menstruador y menopáusico" y a a partir de ahí empezamos a hablar. Casi lloro, de verdad, a partir de tu post os voy a mirar con muchísimo más cariño y cmprensión :P
ResponderEliminarBesos
Jajajjaa, que dulce es Celia Seguí....
ResponderEliminarMe da por pensar que antes la vida era más sencilla.
Para todos.
Saludos.
debe haber de todo en esta vida :)
ResponderEliminarAlgo de eso hay, los papeles se han ido trastocando, y para bien...
ResponderEliminarQue siga así.
Besos, Chaly.