Me
arrepiento de no haber sido fiel a mí mismo
El más común de todos. A todos nos pasa
que muchas veces hemos tomado decisiones importantes coartados o medio
convencidos por los demás.
Me
arrepiento de haber trabajado tanto
El más curioso de todos, si atendemos a
ese concepto del trabajo como algo que dignifica la existencia.
Me
arrepiento de no haber expresado mejor lo que sentía
Como resultado, se conforman con
una existencia mediocre y anodina y nunca se convierten en lo que
realmente querían ser, por ello, siempre ten cuidado en lo que te
conviertes, no sea que otros elijan por ti.
Me
arrepiento de haber dejado de lado a mis amigos
Algunos se vieron tan sumergidos en
sus trabajos y vidas conyugales que dejaron atrás antiguas amistades.
Me
arrepiento de no haber sido más feliz
Muchos no se dan cuenta hasta el final
de que la felicidad no es un estado, sino una elección.
Se quedan atrapados en viejos
patrones y hábitos. La llamada ‘zona de confort’ y el entorno
familiar les paralizaron, y “el miedo al cambio” les hizo fingir delante
de los demás, y para sí mismos, que estaban contentos, cuando en lo más
profundo de su ser anhelaban reírse y volver a hacer todo tipo de tonterías.
Lo malo es que arrepentirse sirve de más bien poco. De todo lo que se arrepiente uno es tarde, porque para enmendar de nuevo la plana, quizá ya llegas.
ResponderEliminarAbrazo.
¿Sonaría muy petulante si dijera que no me arrepiento de nada?
ResponderEliminarYo me arrepiento de arrepentirme. A lo hecho, pecho.
ResponderEliminarUn abrazo.