sábado, 9 de junio de 2018

0219: el secreto de la felicidad


El secreto para sentirse dichoso es cagarte en los demás, y hacer lo que te dé la gana.
Mandemos a la mierda la necesidad de agradar.

En el mundo de hoy, cada vez más despiadado, es más necesario que nunca defender tu opinión, tus creencias y decir 'NO', a ti y a los demás'. Queremos complacer a todos, queremos caer bien a nuestro jefe y a nuestros colegas, al médico y también al gruñón cornudo de al lado, sin mencionar a familiares y amigos. Intentamos constantemente no avergonzarnos y ser considerados con los demás

No me malinterpretes, eso es algo bueno. Creo que es genial cuando las personas son educadas desde el primer día y no se comportan como mierdas, aunque bien lo sabemos que no siempre funciona. No obstante, al mismo tiempo, agradecería si también tuviéramos la opción de que nos dijesen que no debemos 'tragar' con ciertas situaciones.
Solo seremos felices si no nos importa lo que otras personas piensen u opinen de nosotros.

¿Cómo puedes evitar que los parientes hagan preguntas indiscretas sobre tu vida sexual? La respuesta, radica en la amabilidad. "Si eres cordial, no tienes que dar explicaciones ni enfadarte". Ejemplo práctico: tu tía te pregunta, "¿tienes quién te tire?", y tú, en vez de contestar "y a ti qué te importa, siempre igual hablando de mi vida amorosa qué pesada eres", di: "Oh, tía no hablemos de mi vida amorosa, cuéntame cómo descubriste que tu marido te ponía cuernos; eso es mucho más interesante.

Practica la asertividad que no es más que una forma de comunicación que consiste en expresar nuestras opiniones y realizar sugerencias de forma honesta, sin caer en la agresividad o la pasividad, respetando a los demás pero sobretodo respetando las necesidades de uno.
Ya sea la opinión de tu madre sobre cómo educas a tus hijos o la insistencia de tu amigo en que te vuelvas vegano o la décima vez que un compañero te dice que dejes de fumar... nada puede alterarte. Te recomiendo llevar a cabo la estrategia de "estar de acuerdo para estar en desacuerdo". Es decir, exclamar algo como "entiendo lo que quieres decir, pero realmente yo no lo veo así, y no quiero discutirlo ahora". Todo ello acompañado de buena cara, claro.
Recuerda: con amabilidad no tendrás que discutir nada. Esta estrategia también tiene un buen efecto secundario: no te estás resistiendo a decir lo que piensas, simplemente no lo elaboras. Y eso te hace sentir muy bien.

7 comentarios:

  1. Jajaja la conversación entre el sobrino o la sobrina con la tía es de lo más interesante.Yo creo que no puede existir mayor bajeza ni ridiculez, que una persona le pregunte a otra, si chinga o no, más encima como sea pariente. A la gente le gusta mucho dar consejos pero nadie se mira si giba; ahora como bien dices y con diplomacia, se les puede mandar al carajo, que uno ya hará lo que le plazca, o creo más conveniente.

    Abrazo.

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  2. Tienes toda la razón, hace tiempo hubo una persona que me dijo lo importante que era saber decir que NO.
    Un abrazo

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  3. Últimamente estoy muy de acuerdo contigo Chaly. Lo primero es ser fiel y honrado con uno mismo. Debemos hacer lo que queremos y lo que sentimos! Un beso!

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  4. Creo que tienes razón, no nos debe importar que piensen los demás de nosotros. Y sí, se puede ser asertivo, amable y no por eso dejar de decir lo que debemos decir. :) Me haces sonreír.

    Muchos besos, Chaly.

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  5. No se puede todo. Es necesario darse cuenta de ello.

    Saludos,

    J.

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  6. a veces no se puede pero deberíamos hacerte caso ja....

    saludos, primera vez por acá creo te agrego a la lista de blogs....

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