miércoles, 20 de junio de 2018

0224: creyentes e infieles


— ¡Oiga, le agradecería dejar de molestar a mi mujer!
— ¡Es ella la que me jochea!           
—Alabancioso
—Si usted se la tirara como Johnson y Masters mandan, estas cosas no irían sucediendo
—Me está diciendo que no se tirar. ¿Ella se ha quejado de mí?
—Según el manual, nunca hay que poner en labios de la seducida las palabras esposo, marido, conyugue que la hagan retraerse en su accionar infelidoso.
—Entonces si no hablan de mí, ¿de dónde usted infiere que soy malo para el serruche? ¿Es que usted no sabe que existen personas poliamorosos?
—Discúlpeme vecino, la verdad no había pensado en ese acápite. ¿O sea este desliz no es el primero?
— ¡Es mi vivir diario!
— ¿Y por qué no se divorcia?
— ¿Usted se divorciaría de ella?
— ¡No!
—Veo que usted es un buen catador
—Venga, pase ¡Edulteria ven a conocer al nuevo vecino!

2 comentarios:

  1. Nada, nada, como al fin y al cabo se entienden a la perfección por el diálogo de ambos; que hagan un trío, y así el marido ya tendrá todo los detalles.

    Abrazo.

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