martes, 19 de julio de 2022

0585: Roberto Fontanarrosa

 

-“Por donde pasé dejé huella, después pavimentaron”.

-Para el Sabio no existe la riqueza. Para el Virtuoso no existe el poder. Y para el Poderoso no existen ni el Sabio ni el Virtuoso.

-El humor no debe ser risa. Sí, sonrisa. Y, de ser posible, llanto amargo.

-Muy distinto es no decir lo que se piensa que no pensar lo que se dice.

-“Me cuesta la relación con la computadora. Me hace más preguntas que mi mujer. Viste que vos decís “Ahora salgo” y la computadora te pregunta: “¿quiere efectivamente salir?”, “¿Guarda esto?”, “¿Conserva lo otro?”. Dejate de hinchar las pelotas… apagate de una vez por todas”.

-“(...) Hace algún tiempo escribí, en una pieza literaria sinceramente inmortal: “Rosario Central no tiene historia. Tiene mitología”. Y esto es así porque sus orígenes, sus avatares y sus formidables campañas están siempre fluctuando entre la realidad y la fantasía, lo palpable y la ficción, lo comprensible y lo inexplicable. ¿Cómo no ser hincha, entonces, de un equipo así?

-“Sólo dos veces mi mujer me despertó antes de las diez de la mañana: una fue cuando me dijo: “invadieron las Malvinas”. Y la otra: “Diego firmó para Newell’s”. Dos catástrofes.

-“La perfección es obsesiva. Y eso es un defecto”.

-“Eso de hasta que la muerte los separe es una incitación al asesinato”.

-“Se aprende más en la derrota que en la victoria, pero ¡prefiero esa ignorancia!”.

-“Lo que he observado es que Dickens escribía con letra muy pequeña, sin duda como reflejo de la estrechez que pasaban sus personajes”.

-“Con la verdá no ofendo ni temo. Con la mentira zafo y sobrevivo”

-“Entre el yin y el yang, me quedo con el yen”

-“La muerte nivela a güenos y malos…, lo malo es que nivela pa’ bajo”

-“La pregunta que ahora me hago es por qué son malas las malas palabras. O sea, quién las define. Por qué, qué actitud tienen las malas palabras. ¿Le pegan a las otras palabras? ¿Son malas porque son malas de calidad, o sea, ¿cuándo uno las pronuncia se deterioran y se dejan de usar? ¿Tienen actitudes reñidas con la moral? Sí, obviamente. Pero no sé quién las define como malas palabras. Tal vez sean como esos villanos de las viejas películas que nosotros veíamos que en principio eran buenos pero que la sociedad los hizo malos. Tal vez nosotros al marginarlas las hemos derivado en palabras malas.

-“De mí se dirá posiblemente que soy un escritor cómico, a lo sumo. Y será cierto. No me interesa demasiado la definición que se haga de mí. No aspiro al Nobel de Literatura. Yo me doy por muy bien pagado cuando alguien se me acerca y me dice: me cagué de risa con tu libro”.

2 comentarios:

  1. ¡Hola Chaly! Jajaja Yo también me quedo con el Yen. Muy buenas frases, nunca las había escuchado.

    Besos,

    Noa

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  2. Muy interesante y divertida recopilación.
    Un abrazo.

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