Ábreme, casada,
Que es la noche oscura,
Que no perderás nada por la abertura.
Deja esos extremos,
Y pues tú marido,
Al extranjero se ha ido
Las paces nos demos.
No seas tan malvada
Que es gran locura,
Que no perderás nada por la abertura.
Por los muchos deseos
Abrirse me debe,
Ábreme, que llueve,
Mojémonos todos;
No vivas cuitada
En tanta clausura
Que no perderás nada por la abertura.
Abre tú el portón,
Yo abriré el postigo,
Pues traigo conmigo
Para esta ocasión
La llave dorada
De tu cerradura,
Que no perderás nada por la abertura.
[El amante, la puerta y la lluvia]
Tienes razón, es que somos animales de costumbre ¿no?. Tendemos a construir castillos en el aire, y a sentir que lo perdido era lo mejor, cuando en verdad, las posibilidades siempre existen.
ResponderEliminarUn abrazo Chaly.
Arriesgarse a conocer cosas nuevas ,esa es la eterna disyuntiva del ser humano.
ResponderEliminarUn besazo.
MMMM tienes razón, no perderá nada por la abertura.
ResponderEliminarquiero creer que todo es metafórica abrirse a nuevas creencias a nuevos horizontes a nuevas formas de ver la vida... arriesgarse...
ResponderEliminarsaludos
Me ha encantado!!!
ResponderEliminarjajaja y es que cuando vuelva el marido, seguro que no se da cuenta de que la abertura fue re-abierta
abrazos Chaly
claro que puede perder algo a otra persona, pero a veces copn perder algo se gana más o no?
ResponderEliminarSaludos
Es verdad, no se pierde nada por la abertura...siempre y cuando el marido no vuelva de improviso de su viaje y los pesque in fraganti... O_ó
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