viernes, 2 de diciembre de 2016

814: Lais de Corinto

De Lais de Corinto (siglo IV ac), discípula de Aspasia, Propercio dijo que “toda Grecia dormía a su puerta”. Fue amante de Aristipo, alumno de Sócrates.

Lais era huérfana, por lo que un comerciante la recogió a los pocos meses de edad. Cuando fue algo mayor, la empezó a mandar cada día a vender coronas de flores al templo de la diosa Hera.
Con 10 años la vio el escultor Apeles y la tomó de modelo para una estatua de Afrodita. Luego la llevó a Atenas. Desde los 16 años, Lais fue aceptada en los lechos más importantes, pero su añoranza de Corinto la hizo regresar.

Nada más llegar ofrendó una corona de flores a Afrodita.
Aquel día el templo estaba lleno de prostitutas que rogaban a la diosa que alejara la guerra que amenazaba la ciudad y que podía acabar con su modo de vida. La entrada de Lais fue triunfal. Las mismas cortesanas le abrieron paso, impresionadas por su belleza. Depositó una corona de flores a los pies de Afrodita y se despojó de la túnica que la cubría para ofrendársela también. Los reunidos quedaron fascinados y se la llevaron a hombros. De Lais se decía que tenía los pechos más bellos de Grecia.

Se convirtió en la reina de las hetairas de Corinto y tenía cientos de admiradores que la pretendían. Ella escogió a un viudo muy rico y viejo que prometió convertirla en su heredera y que, gracias a las enseñanzas de Aspasia, pronto pasó a mejor vida.
Lais se vio dueña de una gran fortuna.

Fundó el Jardín de Elocuencia y Arte de Amor, en Corinto. Los griegos se enorgullecían de esta institución: “Atenas puede vanagloriarse del Partenón y Corinto del jardín de Lais”. En el jardín se celebraban fastuosas reuniones, se hablaba de ciencias y artes y también podía verse pasear a Platón, que instruía a Lais en los secretos de la filosofía.

Llegó a ser tan célebre que en una ocasión Demóstenes viajó de Atenas a Corinto sólo para conocerla. Lais le pidió al brillante orador una considerable suma, a lo que Demóstenes repuso: “No pago tan caro un arrepentimiento”, y se volvió sin más por donde había venido.

Cuentan que éste es el germen del proverbio griego “el viaje a Corinto no es para todos los hombres”, porque los que no podían pagar a Lais lo que pedía viajaban a Corinto en vano.

En otra ocasión, el famoso escultor Mirón se presentó en casa de Lais para solicitar sus favores y fue rechazado. El hombre creyó que era a causa de su edad. Para remediarlo, se tiñó el pelo y regresó. Lais volvió a negarse, diciéndole: “¡Tonto! Tú pides una cosa que le he negado a tu padre”.

Según Epícrates, después de su gran fama y fortuna, la vejez de Lais fue trágica: “Detenía al primero que pasaba para beber con él. Una estera, una moneda de tres óbolos ya son una fortuna para ella: jóvenes, viejos, libres y esclavos, todos pueden obtener sus favores. Lais tiende la mano por un óbolo”.

Epícrates no escatimó descripciones sobre su decadencia: “Lais es perezosa y borracha. Se acerca y vaga por las mesas. Para mí es como una de aquellas aves rapaces que en el esplendor de su juventud se abaten desde las cumbres de los montes arrebatando cabritos, y que, en la vejez, permanecen lánguidamente posadas en los pináculos de los templos donde viven consumidas por el hambre, siniestro augurio”.

Murió a los 70 años lapidada por una multitud. Su delito fue enamorarse de un joven al que siguió hasta Tesalia y al que acosó en el templo de Venus. Su actitud fue calificada de obscena y profana y el pueblo no esperó a que fuera juzgada, dándole esa muerte cruel.

9 comentarios:

  1. Gracias por la información y por picarme la curiosidad.
    Cuando se hablaba de sabios y filósofos. Lais llego a decir “Yo no sé de ellos más de lo que me cuentan, no he leído sus libros, pero no creo en su sabiduría. ¡Si supieseis lo que me piden y hacen estos sabios y filósofos cuando están a solas conmigo!”
    Un abrazo.

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  2. Vaya, no tenía ni idea...

    Ahora sí.

    Gracias.

    Saludos.

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  3. Pobre Lais, qué final más triste.
    Me gusta la frase que ha puesto Macondo.

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  4. Tonto, tú pides una cosa, que le he negado a tu padre; muy buena observación, vamos que se creía que se la iba a pegar.

    Abrazo Chaly

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  5. Todo nuevo para mi... me parece super interesante.

    Besitos

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  6. Ni idea de si esta historia es real o inventada por vos, el asunto es que engancha de cualquier forma. Los mitos son grandes lecruras.
    Saludos.

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