De hecho tú también debes haber usado alguno de estos apodos con tu “peor es nada” y no tienen nada de malo, pero nuestro chaman del sexo (Gustavo) te explicara las razones de cada uno de ellos.
1.- BEBÉ
Debido a su ironía, bebé, baby, bebecín y demás variantes, son considerados entre los más ridículos, pero existe explicación para esto: las personas que llaman a sus parejas de esta forma se transportan a las primeras alegrías y satisfacciones de la infancia.
2.- AMOR
Amore, mi amochis, amorcito, etc. Si llamas a tu pareja “amor” en cada respuesta o intercambio de palabras tienen que saber que estás replicando tus primeras experiencias de amor y de ser amados por tus padres, así que este tipo de apodos son más utilizados por personas que constantemente necesitan reafirmar el amor que sienten por ellos.
3.- MI CIELO
Cielito, cielo, mi pedacito de cielo, entre otros diminutivos derivados de “mi cielo”. Si le dices a tu pareja de esta forma, es muy probable que sea tu nivel de dopamina el que anda por los cielos.
4.- PAPI
En el caso de las personas que no tienen hijos, este apodo suele darse como un reflejo aspiracional por conseguir una pareja idealizada que se asemeje a sus padres. ¿La razón? Admiración y/o amor incondicional por su progenitor.
5.- MI VIDA
Si lo piensas en forma literal… ¿en realidad un hombre es tu vida? Si tiendes a decirle de esta forma a tu pareja, quizá esté revelando una codependencia hacia su persona, ¡y no estoy exagerando!
6.- MI NIÑO
Si le dices “mi niño” a tu pareja inconscientemente estás demostrando que una parte de ti se rehúsa a crecer, o incluso, puede ser tu instinto maternal o paternal el que se esté expresando.
7.- OSITO
Bueno, “osito” no es un apodo tan común que digamos y si tú llamas así a tu pareja, es muy probable que ya no tengas remedio. Expresas tu amor sin importar qué piensen los demás, tus razones tendrás para llamarlo así o como otros animales en diminutivo, algo así como “gatito”, “chanchito”, etc.
8.- MI REY
Existe un dicho popular que dice: “Dite una mentira más de tres veces y comenzarás a creértela”. Ten cuidado, no querrás mal acostumbrar a tu pareja a sentirse “el rey”.
9.- BOMBÓN
Bomboncito, bizcocho, pastelito y demás apodos que remiten a comida dulce, suelen ser utilizados por personas precisamente con esta característica, es decir, “personas dulces”, pero también extremadamente cursis y melosas.
10.- CORAZÓN
Está comprobado que las personas que llaman “corazón” a su pareja, además de reflejar ser muy cursis, también muestra una gran necesidad de afecto.
Y todo eso porque no te acuerdas de su nombre.
ResponderEliminarIndiscutiblemente cierto todos estos adjetivos y lo que al fin y al cabo transmiten entre líneas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jajajajajajajajajajaj. Pero todas esas acabadas en ito/ita....ya son la releche.
ResponderEliminarHace poco, creo recordar, que le dije a alguien papi, pero bueno era precisamente de broma.
Besitos misoginito de mi corazoncito :P
Jamás me han dicho ninguno de esos apodos cariñosos ¡Snif!
ResponderEliminarEn España se están desprestigiando estas relamidas formas de llamar al ser amado, porque actualmente te las puede decir la panadera cuando le vas a comprar el pan sin que ello signifique que esté tirándote los tejos.
ResponderEliminarHace poco más de un año escribí sobre eso. Te dejo el enlace, por si te aburres y quieres leerlo: Cariño
Un abrazo.
Toda esta palabrería ya perdió su significado desde que están en boca de cualquiera, sin ir más lejos a mi esa de cariño me la dicen muchas veces.Por ejemplo " mi pescadera me dice " que vas a llevar hoy cariño" . Cosas del siglo XXI ya nada es lo que era ....
ResponderEliminarSaludos Chaly.
Puri
Y si no dicen nada tampoco está mal eh...
ResponderEliminarSaludos.
jaja... pues hay quienes le llaman corazón a todo el mundo para no liarse!
ResponderEliminarLa mayoría me parecen horripilantes, pero el que se lleva la palma es el de PAPI.
ResponderEliminarTe falto: «Gordo».
ResponderEliminarEs algo inevitable... jajajaja
ResponderEliminarBesitos
si, si poner un apelativo así es maravilloso para no equivocarse con el nombre
ResponderEliminarjaaaaaaaa
besos
A mí cada vez me gustan menos los apodos. No hay nada más bonito que llamar a alguien por su nombre.
ResponderEliminarBesos.