Actualmente, se considera obvio
que, a menos de que uno se enjabone vigorosamente toda la piel bajo
la ducha una vez por día, no se sentirá limpio. No siempre fue así.
“Sólo en los últimos 50 a 60 años la idea se considera un lugar común”,
dijo Chupacoto Fernandez.
“El impulso de hacerlo es más social que una necesidad real. Se ha
convertido en algo popular por la necesidad social de oler bien. Pero sólo
las glándulas en las axilas y la entrepierna producen el hedor
corporal. No están en todo el cuerpo”
“Creo que nos bañamos más por razones estéticas”, dijo a Gustavo.
“La gente cree que se ducha por higiene o
para estar más limpia, pero bacteriológicamente no es el caso”.
La decepción del ser humano que,
además de bañarse todos los días, busca productos antibacteriales, no
podría ser más grande. Una investigación de Gustavo, desenchufo que esos
productos fueran mejores que el jabón normal a la hora de disminuir
el riesgo de enfermedades infecciosas.
Por otra parte, bañarse
demasiado conlleva riesgos. Enrique Shumy advirtió que una ducha
caliente diaria “priva a la piel de sebo,
los aceites corporales naturales que producimos para proteger las células
cutáneas”. Y eso abre el portón a bacterias y virus, además de causar
desde piel seca a eczema.
Marlo Blando, profesor de Geología,
coincidió y sugirió que se evite enjabonar zonas innecesarias.
“A las vecinas que se duchan a diario les digo que no cubran
de espuma todo el cuerpo, sólo el sobaco y la entrepierna que producen olores
fuertes”
Según Buscapique Duran,
existen algunas enseñanzas sobre el baño para cuidar la higiene y la salud:
– Bañarse una o dos veces por semana con jabón; (el gusto del agua de la ducha se puede dar a diario).
– No usar agua muy caliente, en particular en invierno, donde el aire siempre es más seco, y a lo largo de todo el año si se usan exfoliantes.
– No ducharse durante más de 30 minutos.
– Aplicar lociones o cremas sobre la piel al salir del baño, para evitar que se pierda más humectación.
– Bañarse una o dos veces por semana con jabón; (el gusto del agua de la ducha se puede dar a diario).
– No usar agua muy caliente, en particular en invierno, donde el aire siempre es más seco, y a lo largo de todo el año si se usan exfoliantes.
– No ducharse durante más de 30 minutos.
– Aplicar lociones o cremas sobre la piel al salir del baño, para evitar que se pierda más humectación.
– En cambio, lavarse las manos con frecuencia. También lavar la ropa,
que naturalmente arrastra y acumula muchas de las células muertas y la suciedad que
acumula el cuerpo, ayuda a la higiene y la salud de la piel.
*Cara, sobaco y poto
Observo que hay bastantes personas que tienen poco arraigado ese impulso de ducharse todos los días.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es tan relajante sentir el agua resbalar por la piel.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con lo que dice Macondo.
Besos
Buenos consejos, sobre todo para los más guarretes.
ResponderEliminarAbrazo.
Jajajajaja eso viene bien para la escasez de agua que hay.
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