domingo, 28 de enero de 2018

0137: las leyes de la gravedad

Primera ley. Tu deseo no es espontáneo ni original, sino copiado de otro
Todo deseo humano es copiado por parte del que (generalmente ignorándolo) se convierte en modelo. La observación atenta nos permite rastrear quiénes, en el pasado, fueron los modelos que nos designaron nuestros objetos amorosos, deseándolos a ellos primero.
Consecuencias: la base triangular de todo deseo amoroso es la fuente de todo el sufrimiento inefable de los “amores locos”. Resulta esencial reconocer mis triángulos amorosos como origen y base de mis deseos si deseo vivir en la verdad y aplicar la sabiduría interior mis relaciones

Segunda ley. Tu deseo depende de un modelo, seas o no consciente
Es frecuente que se conviertan en modelos aquellos que conviven más cerca física o emocionalmente de nosotros: nuestros padres, hermanos, profesores, amigos, colegas del trabajo o parejas. De ahí que nuestros modelos suelen ser los seres humanos más cercanos a nuestra vida. La confluencia de los deseos entre modelo e imitador es por lo tanto algo esperable y no algo excepcional. Pensamos, sentimos, opinamos y deseamos cosas parecidas a las personas con las que interactuamos más.
Consecuencias: el carácter mimético del deseo es potencialmente conflictivo. El riesgo de entrar en pelea con nuestros modelos es elevado, toda vez que dos personas desean lo mismo al mismo tiempo. Las rivalidades y los conflictos aguardan habitualmente a quien imita y a su modelo en el momento que alguno de los dos o ambos a la vez deciden reservarse el objeto de deseo para ellos mismos en exclusiva. De ahí los odios y las broncas de los que antes eran mejores amigos o parejas.

Tercera Ley. Tu deseo se refuerza si encuentra oposición o dificultad y se debilita y desaparece tras su consecución
El deseo humano es más intenso cuantos más modelos confluyen y desean ese objeto a la vez. La belleza o la escasez de los bienes o las tendencias de la moda no solo están en el ojo de quien mira, sino sobre todo en la suma del número de quienes desean lo mismo.
Consecuencias: el deseo amoroso es tanto más intenso como sean la dificultad, el obstáculo o los esfuerzos que son necesarios efectuar real o implícitamente para alcanzarlo.
La disonancia cognitiva explica por qué muchas personas se esfuerzan una y otra vez en contratar psicológicamente su fracaso y su derrota amorosa entrampándose en sucesivas relaciones imposibles, conflictivas o incluso traumáticas.
Cuanto mayor sean las dificultades por alcanzar a la persona que creo que me gusta, más grande será mi deseo.

Cuarta ley. La mutua imitación entre tu pareja y vos crea el doble vínculo mimético o reciprocidad
Siendo el deseo siempre mimético, la imitación del imitador sobre el modelo puede y suele revertirse produciéndose un doble vínculo en el que el imitador se transforma en el modelo y el modelo se transforma en el imitador.
El doble vínculo mimético por el que cada uno se convierte al mismo tiempo en imitador y modelo para el otro puede convertir una relación de pareja en un paraíso o, por el contrario, en un infierno en la tierra.
La mutua imitación de gestos delicados, caricias, cuidados o piropos puede transformarse en una mutua imitación de insultos, reproches, menosprecio, indiferencia o violencia.
Consecuencias: el doble vínculo produce alternativamente escalamientos de afecto o escalamientos de violencia. La reciprocidad positiva puede quedar sustituida por la reciprocidad negativa. Será cuestión de ver y detectar el mecanismo mimético que genera este riesgo y elegir voluntaria y racionalmente el primer caso.

7 comentarios:

  1. Y no se puede desear y disfrutar de lo deseado sin analizar?


    Besos, Chaly

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  2. Para eso está Chaly, para diseccionar nuestro deseo!

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  3. Joder colega, eres una enciclopedia; hasta psiquiatría y lo que tercie dominas.

    Abrazo.

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  4. No hay nada nuevo bajo el sol. Menos en el amor.

    Abrazo grandote, Chaly.

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  5. Un análisis perfecto, la cadena sigue.

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  6. Creo que sería más correcto que citaras la procedencia de tu texto, o denunciaras que te han plagiado si realmente ha sido así. He encontrado en internet: Dr. Iñaki Piñuel: “Las 5 trampas del amor” .
    Un abrazo.

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  7. me gusta como planteas estas cosas.

    Besitos

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