lunes, 12 de marzo de 2018

0169: Muslo de ninfa conmovida

La amé más que a nada. Más que a nada…
No sabía que fuera posible amar tanto…
Bueno, yo por lo menos creía que no estaba… programado para amar así.
Las declaraciones, los insomnios, los estragos de la pasión, yo pensaba que todo eso estaba muy bien para los demás.
De hecho, ya solo la palabra pasión me daba risa.
¡La pasión, la pasión! Para mí era algo a medio camino entre la autosugestión y la curiosidad… Era casi una blasfemia en mi boca.
Y luego, me cayó encima cuando menos lo esperaba.
Yo… Amé a una mujer.
Me enamoré como quien pilla un resfriado. Sin quererlo, sin creérmelo, a mi pesar y sin poderme defender, y después…
Después la perdí. De la misma manera.

5 comentarios:

  1. Qué hermoso y que triste...

    Creo que nadie los libramos de amar y que es lo mejor que nos puede pasar en la vida, conocer el amor aunque luego lo perdamos...

    Preciosísimo lo que has escrito hoy, Chaly.

    Muchos besos.

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  2. Son como dos curas de humildad en una.
    Un abrazo.

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  3. Torres más altas han caído!!!!

    Besos, Chaly

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