—Y la miraste y te dijiste “nunca me voy
a casar con ella”
—Sí, así fue
— ¿Y por qué?
—Es sencillo, uno la conoce bien, sabe
sus virtudes, pero también conoce sus defectos y en ese entendido y a pesar de
amarla, uno se dice: “con esta no”
— ¿Y cómo la amaste conociendo sus
defectos?
—Los defectos siempre aparecen después
— ¿Después de qué?
—De haberse enamorado de la mujer
equivocada. Me imagino que deben ser más las mujeres que se dicen “con éste
no”, ya que los hombres no están pensando en el matrimonio.
—Dada la cantidad de feminicidios, no
son muchas las mujeres que dicen “con este no”
—Es cuestión de criterios… la verdad no
lo sé… solo sé que yo cuando andaba con una chica me hacia esa pregunta y sabes
eso lo pensaba desde cuando era muchacho, no tengo muchos amigos y desde niño comencé
a leer libros y en esos libros narraban historias de amores fracasados y de
matrimonios rotos y me hice la promesa de no ser uno más.
— ¿Eres un esposo modelo?
—Jajaja, no. Todos tenemos nuestros
demonios y hay que lidiar con ellos en cada momento y si uno se descuida dices
lo que no querías decir y hieres y nacen rencores que a la larga devienen en
rupturas y si tienes la suerte de encontrar una pareja que entienda de estas
cosas entre los dos se superan los obstáculos que se presentan. Esa es tu alma
gemela.
— ¿Y tú la encontraste?
—No.
No creo en los nos absolutos, nunca funcionan!😉
ResponderEliminarLa cuestión es que el matrimonio es una mezcla de decisiones prácticas sobre nuestro comportamiento y acciones con el elemento romántico de estar enamorados: las almas gemelas a veces evolucionan en direcciones distintas y eso hace el matrimonio duradero una imposibilidad. Buen final de tu escrito, brutal y honesto. Un abrazo!
ResponderEliminarEl que ha encontrado su alma gemela que la cuide como al mejor tesoro. Y si un día toman direcciones paralelas, que la deje volar.
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