lunes, 2 de abril de 2018

0182: cualquier agujero es buena trinchera


A pesar de encamarse con las estrellas más hermosas de Hollywood, apostaba también por la mentalidad de “cualquier agujero es trinchera”. Durante el rodaje de El último testigo, una becaria recordó que el camerino del actor era un no parar de chicas entrando y saliendo. “Algunas de ellas no eran especialmente atractivas, sobre todo teniendo en cuenta que él estaba saliendo con Julie Christie, quien le visitaba cada fin de semana. Algunas de aquellas chicas eran regordetas, otras tenían bigote o granos”. 

Durante una cena con Jane Fonda, empezó a echarle miraditas a Joan Collins, sentada en una mesa cercana. El  y la  Collins iniciaron una relación que la actriz británica se vio obligada a terminar para proteger su integridad física. “No podía aguantar ese ritmo más ¡Es que nunca para! Será por todas esas vitaminas que toma. Si hubiera seguido, en unos años habría acabado consumida”, cuando le preguntaron a Joan si era cierto que hacía el amor siete veces diarias, ella respondió “quizá él sí, pero yo sólo me limitaba a estar ahí tumbada”.

Durante el rodaje de Isthar, Fran Drescher recordó que el e Isabelle Adjani le propusieron un trío, que ella declinó amablemente. No había rodaje en el que él no diese escarceos escandalosos, por culpa de una vida sexual que, desde su primera película con Natalie Wood, protagonizó tantos titulares como su trabajo. Su fama de fucker era tan fascinante que Shampoo, en la que interpretaba a un peluquero que se acostaba con todas sus clientas, le coronó como el Casanova posmoderno definitivo. La admiración que despierta, a años luz de las críticas que recibe hoy Taylor Swift por hacer lo mismo, sigue erigiéndose como la narrativa favorita de los medios de comunicación: tras 25 años de matrimonio estable con Annette Bening, le siguen preguntando por su vida sexual. Él ha sido claro: “No, no me he acostado con casi 13.000 mujeres, eso habría significado no solo que hubo más de una persona en el mismo día, sino que no repetí con ninguna”.

Todas las mujeres que se han acostado con el guardan un gran recuerdo de aquellos encuentros. La actriz Britt Ekland describió que nunca había sentido un placer semejante, “podía manejar a las mujeres con la misma destreza con la que llamaba al ascensor”. Sin embargo, muchas de ellas salieron escaldadas.
La actriz Joyce Hyser acabó en terapia por su relación. “Mi terapeuta intentaba convencerme de que esa relación era un error y de que lo abandonase y el decidió ir a una de mis sesiones de terapia. En 10 minutos, él se adueñó de la sesión y mi terapeuta me decía ‘¿pero por qué quieres dejarle?’: mi terapeuta se había enamorado perdidamente”.

Hasta su hermana, Shirley MacLaine, ha bromeado sobre su fuego sexual: “yo fui candidata para protagonizar Bonnie & Clyde, pero en cuanto él se unió al proyecto, me echaron. Habría sido una película incestuosa, pero la verdad es que me encantaría hacer una escena romántica con él, a ver si entiendo a qué viene tanto revuelo… yo por si acaso mantengo a mi hija lo más alejada de su tío”

3 comentarios:

  1. Y será que en las distancias cortas gana mucho, pero siempre le tuve yo una "tirria" a Warren Beatty, nunca fue, santo de mi devoción.


    Besos

    ResponderEliminar
  2. O como vulgarmente se dice. Hoyo aunque sea de pollo :S

    ResponderEliminar
  3. :) Siempre me sacas una sonrisa al leerte.

    Besitos

    ResponderEliminar