lunes, 16 de abril de 2018

0190: sonriamos


— ¡Hola compadre! ¿Qué le pasa que lo veo pensativo?
—Es que me dijeron viejo cornudo.
—Tranquilo compadre, si no estás tan viejo.

-Cielo, ¿con cuántas mujeres has dormido?
- ¡Contigo nada más!, porque las otras no me dan sueño.

— ¿Tú después de tener sexo, hablas con tu marido?
—Sí tengo saldo… lo llamo.

-Caperucita, te voy a dar un beso donde nadie te lo ha dado antes.
-Uy, pues tendrá que ser en la canastita.

-Mamá, mamá... ¿me puedo comer un hielito?
- Bueno hijo, te puedes comer un hielito.
Al rato:
- Mamá, mamá, ¿me puedo comer un hielito?
- Bueno hijo, te puedes comer un hielito.
- Mamá, mamá, ¿me puedo comer otro hielito?
- Mijo si te sigues comiendo los hielos, tu hermanito va a llegar descompuesto a la funeraria

4 comentarios:

  1. Jajajajaa.

    Sientan bien siempre las risas sí,
    aunque el último chiste la madre de dios!!! jajajaj

    Besos

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  2. Jajaja tremendo, todo buenísimos, pero el final es de traca, que barbaridad. Viene bien estas risas, que no tiene uno el cuerpo para echar cohetes.

    Abrazo Chaly.

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  3. Jajaja, muy buenos.

    Gracias por hacernos sonreír.

    Muchos besos, Chaly.

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