Al regresar de la U, me pasó algo muy
impresionante: vi por primera vez un muerto. Claro, conocía las fotos que salen
en el periódico, pero no es lo mismo. Alguien lo cubrió con una sábana. Unos
niños la levantaron y me horrorizó ver el agujero en el pecho, la boca y los
ojos abiertos. Lo peor era la sangre que corría por la acera y me daba asco y
terror. El muerto era un mecánico o un panadero, no me enteré bien y lo mató
por celos el zapatero, amante de la señora que vende tamales en el callejón. El
asesino huyo, dicen que estaba muy borracho. Me extraña que alguien pueda
asesinar por una mujer tan vieja y tan fea como la tamalera. Por más que hago
no dejo de pensar en el cadáver, la herida espantosa, la sangre hasta en las
paredes. Volvió Ana Luisa. Vino a la
casa. La saludé pero no supe cómo ni de qué hablarle. Después salió con mis
hermanas. ¿En qué forma podré acercarme a ella?
Asi que si hubiese sido joven y guapa el asesinato hubiese sido más fácil de entender.
ResponderEliminarBesos
¿Acaso Ana Luisa es una dama ajena, y que por más que lo sea, no dejará de interesarle?
ResponderEliminarSaludos ingeniero desde Colombia.